La historia de César Alfonso Durán
Paredes es la muestra de la crisis económica que viven miles de hogares colombianos,
por la emergencia sanitaria generada por el Covid-19.
Con tres hijos, entre ellos una niña
de cuatro años de edad, César Alfonso no contó con otra alternativa que salir a
la calle a rebuscarse la comida para él y sus pequeños.
El hambre no daba tregua y por se
puso la camiseta de la selección Colombia, una pantaloneta roja, medias de
igual color y tenis para después ubicarse en los semáforos ubicados en la
intercepción de la carrera novena con calle 25 norte, frente al centro
comercial Campanario, y exponer el dominio que posee con el balón.
“Él se gana la vida de muchas
formas, entre esas realizando malabares con el balón en los semáforos, como no
pudo abrir una venta de artículos de segunda que tiene en la casa por la
cuarentena, entonces llevaba varias semanas aguantando hambre porque los mil pesos
de pan que conseguía se lo daba mejor a los niños pequeños para que no
sucumbieran al hambre. De ahí que no dudó en salir ayer hacer su espectáculo
con el balón”, relató su padre, Aroldo Durán Cedeño.
Mientras realizaba sus maniobras,
llegaron integrantes de la Policía, quienes adelantaban controles en la ciudad,
pidiéndole la documentación a César Alfonso Durán Paredes. De esta forma
verificaron que estaba incumpliendo el ‘pico y cédula’, procediendo a capturarlo,
como quedó registrado en un video que se hizo viral en las redes sociales.
En la grabación, César Alfonso grita
que por qué o van a aprehender si estaba laborando, situación que corroboran
los familiares al exponer que la reacción de este ciudadano fue la de un padre
que debe conseguir la comida de sus hijos. Su meta, ayer, era conseguir diez
pesos para comprar dos comidas o cenas.
“Él no es violento, lo que pasaba es que
llevaba varias semanas sin comer o logrando conseguir el alimento en pocas
cantidades, entonces estaba desesperado porque no sabía qué hacer con los
niños, prácticamente pasaban el día con una avena o ‘aguapanela’ y pan que
partían para todos, por eso salió a trabajar, no lo pensó dos veces y más se
desesperó cuando se le fueron esos policías encima porque él responde por esos
pequeños contra viento y marea, quienes ahora quedaron más a la deriva, espero
que ellos estén bien”, agregó el padre, un adulto mayor que tiene miedo salir
por el Covid-19.
Ahora, agrega el familiar, no saben
qué hicieron la bicicleta y el balón que usa este rebuscador de la vida o si
los mismos quedaron en poder de la Policía o la Fiscalía, más cuando el
velocípedo es usado por César Alfonso para hacer domicilios entre los vecinos o
seres queridos a cambio de un almuerzo o una comida.
Por eso, la historia de este
trabajador informal es la mejor representación de la crisis económica y alimentaria
que ya se vive en la capital del Cauca, por las pocas acciones de las
autoridades en mitigar el hambre y el alto riesgo de contagio del Covid-19, que
obligan a tomar medidas que no permiten a las persona salir a trabajar en la
informalidad.
Fuente: El Nuevo Liberal