Se ‘respira’ una crítica situación dentro del ancianato de Palermo. La Alcaldía confirmó que 61 de 70 abuelos residentes dieron positivo para covid-19. Al cierre de esta edición se registraban 4 muertes.
Varios de
los conocidos con los que Boris Bernal departía día y noche ya no le
acompañarán más, el covid-19 logró ingresar al hogar San Martin de Porres, en
Palermo, donde reside la población más vulnerable ante el SARS-CoV-2 y ya cobró
sus primera víctimas.
Boris vive
desde hace tres años en el asilo, a sus 59 años de edad es el residente más
joven, permanece allí por razones que pidió no revelar. Fue uno de los 61
contagiados que llegó a tener el lugar, aunque ya logró recuperarse
satisfactoriamente y ahora permanece aislado.
“A todos los
que han fallecido, yo los conocía, fueron mis compañeros. En la antigua
Administración del ancianato yo trabajaba, yo los acompañaba a las citas, les
reclamaba los medicamentos, porque soy el más joven”, contó.
Esta es una
de las noticias más lamentables que ha recibido el pueblo palermuno durante
toda la pandemia, pues se trata de población altamente vulnerable. Las
estimaciones del Gobierno Nacional son alarmantes, si un adulto mayor de 70
años se contagia la posibilidad de morir es del 30%, y si es mayor de 80 años puede superar el
40%.
Según
registros de la Administración del asilo, casi el 80% tienen comorbilidades,
sufren de cáncer, tienen falencias en sus pulmones, riñones, entre otras enfermedades.
“La pandemia
nos llegó, nadie la esperaba, sin embargo, implementamos unos protocolos de
bioseguridad, que están aprobados por la Secretaría de Salud del Municipio y
fueron acompañados por profesionales de la salud de la ESE” dijo el actual
administrador, Robertsons Fierro.
“No le tengo
miedo”
A Boris le
realizaron dos pruebas, la primera arrojó positivo y una segunda, días después,
le notificó que portaba el virus. Extrañamente el adulto fue un paciente
asintomático.
“Tuve fiebre
y diarrea y entonces me llevaron al hospital, en Neiva. Cuando me lo contaron
yo no lo creía, no tenía ningún síntoma, realmente yo no le tengo miedo a eso.
Nunca me pasó por la mente que yo llegara a tener el virus, yo veía las
noticias y no pensaba que llegara acá, porque nosotros desde que comenzó la
pandemia la restricción es total”, dijo.
Sin embargo,
también agregó: “yo perdí los pulmones por el cigarrillo hace 10 años, sufro de
EPOC, por eso estuve algunos días en la clínica mientras me recuperaba, y ahora
estoy encerrado, siguiendo las medidas”.
Del total de
personas afectadas, 22 están recuperadas; ya se han reportado cuatro muertes,
una de estas es coincidente. De las víctimas mortales, tres son de género
masculino y uno femenino, todos mayores de 80 años de edad.
¿Cómo
ingresó el virus?
Debido a las
comorbilidades de los abuelos y porque Palermo cuenta con un hospital de primer
nivel, aquellos que enfermen deben ser tratados en Neiva, explicó la
Administración. El covid-19 les tocó a la puerta en la primera semana de
agosto, se presume que luego de llevar al médico a uno de los ancianos este se
contagió.
“Siguiendo
nuestros protocolos de bioseguridad, cuando las personas regresan de sus citas,
así hayan estado una hora afuera deben permanecer aislados 15 días, el Gobierno
Nacional dice que deben ser 10, pero nosotros ampliamos un poco la medida. Sin
embargo, como son 70, y nuestro personal 15, tienen que atender a varios
abuelos”, explicó el administrador Robertsons Fierro.
“Ellos
utilizan pañal, toca darles la comida, algunos tienen movilidad reducida y
otros no tienen extremidades, arrancan las caretas, juegan. Algunos son algo
agresivos y toca bañarlos entre tres personas, por más cuidados que se tengan,
hay contacto directo con el personal que tiene que atender los otros abuelos”,
agregó.
Inicialmente
solo dos funcionarios dieron positivo para covid-19, a la fecha la cifra de
contagiados asciende a cinco.
Dobles
turnos
Desde la
Administración del asilo informaron que, dependiendo del rol, las personas que
están trabajando en el lugar atienden las 24 horas, en turnos de 8 y 12 horas.
Se acompaña con fisioterapeutas, psicólogos y otros profesionales.
En la
implementación de los protocolos de bioseguridad, se dispuso de un área para
los 35 abuelos que aún luchan contra el virus. Solo tiene ingreso el personal
operativo y asistencial.
Los 70
abuelos son una población que no puede tener la familia, por algún motivo, y
otros que han sido abandonados.
“Ya el punto
crítico de los abuelos pasó, no tengo ningún abuelo en este estado”, aseguró al
Administrador.
¿Qué pasó
con Daniel?
Daniel
Salazar, un adulto de 83 años de edad, fue la primera víctima mortal de
covid-19 en Palermo, residía en el ancianato San Martin de Porres.
Su familia
confirmó que del adulto no habían recibido noticias y que tras su muerte no
lograron rescatar las cenizas.
Aseguró
Lázaro Salazar, su sobrino, que se dirigieron hasta el ancianato luego de
recibir algunas llamadas de terceros, donde se les advertía del hecho. “Nos tocó desde afuera tratar de comunicarnos
con alguien y ahí fue cuando nos dijeron que en días pasados habían remitido a mi
tío para Neiva y que luego había fallecido…”.
En
contraste, la versión entregada por parte del administrador del asilo,
Robertsons Fierro, “el hogar de ancianos nunca tuvo contacto con ningún
familiar del abuelo, inclusive tengo las fotos y las evidencias de todas las
actividades en las que participó, él era un abuelo muy activo, pero yo como
administrador nunca tuve contacto con ningún familiar, alguien que preguntara
por él”.
Y agregó:
“tres días después de que falleció, un señor familiar se presentó informando
que él era el acudiente, pero la verdad no aparecía en los documentos del
archivo que había. Están las fotos y evidencias donde un familiar se acercó a
reclamar las cenizas, firmó documentos y recibido. Al hogar le tocó asumir la
totalidad de la cremación, que ascendió a los $3.000.000”.
Tomado de La Nación