Este nuevo caso de presunto abuso sexual en las filas del Ejército Nacional lo denunció el portal Las 2 Orillas, el pasado 29 de septiembre, que identificó al joven como el soldado Díaz, adscrito al comando del Batallón Especial Energético número 14, en Arauca.
El medio no entrega mayores detalles de la
denuncia del uniformado, en agosto pasado, pero dice que el joven señala “a sus
compañeros” del comando como los responsables de haberlo abusado.
El portal noticioso supone que el hecho tuvo
que ser de gravedad para que “un soldado se anime a denunciar” este tipo de
actos, pues es bien sabido que en el Ejército las bromas y los acosos a los
uniformados “a veces se vuelven rituales”, y son actos reprochables que se
mantienen en silencio dentro de los batallones.
Pero en este caso específico la presunta
víctima se atrevió a elevar la queja ante sus superiores, y Blu Radio aseguró
que los implicados son “compañeros” del uniformado que prestan su servicio
militar en un pelotón en Saravena. “tal como lo ha expresado la posible
víctima, dos de sus compañeros lo habrían obligado a realizar actos sexuales en
contra de su voluntad”, advierte la emisora, en hechos que se remontan al 17 de
agosto pasado.
El caso ya
está en manos del Ministerio de Defensa, y la frecuencia recogió parte del
pronunciamiento que dio el jefe de esa cartera, Carlos Holmes Trujillo, aunque
sin mayores detalles:
“La
institución está presta para contribuir con la información necesaria para
esclarecer la investigación”. En cuanto al joven, se sabe que fue retirado del
pelotón, que le están brindando apoyo psicológico mientras avanza la
investigación y que profesionales de Medicina Legal lo vienen evaluando para
establecer el daño que sufrió.
Lo cierto, por ahora, es que esta denuncia de
abuso sexual es una nueva mancha para la institución, pues en julio pasado se
conoció del caso de otro joven que, recién incorporado a la Fuerza Aérea
Colombiana (Fac), hizo señalamientos graves contra varios dragoneantes a los
que acusó de haberlo violado en un baño del comando Aéreo de Combate N° 6 en la
base militar de Tres Esquinas, en Caquetá. “Me insultaron, me hicieron
levantar, me hicieron ir hacia los lados de los baños y allí me cogieron por
detrás, me torcieron el dedo anular de la (mano) izquierda, me cogieron entre
varios, yo pataleaba, me hicieron montonera, me bajaron los pantalones y me
penetraron, y luego de hacer tanta fuerza apreté mis genitales para no sentir
dolor y me desmayé…”, contó el joven, desde una clínica en Bogotá.