“En términos
generales está bien, no hemos hablado mucho con él porque está muy agotado…”,
expresó en medio de la felicidad Liliana Gómez por el retorno a la casa de su
papá, Manuel Salvador Gómez Gómez, quien llevaba dos días desaparecido en
Neiva.
Una llamada
telefónica de la Policía Metropolitana de Neiva terminó con las angustiosas e
interminables horas de incertidumbre y tristeza de la familia Gómez Gómez, por
no conocer del paradero de Manuel Salvador, presidente del Consejo de
Administración de Coomotor.
“Gracias a
Dios lo encontramos, nos llamó la Policía a contarnos que lo tenían en el
monumento La Gaitana…” manifestó la hija del dirigente gremial, al señalar que
la feliz comunicación telefónica ocurrió a las siete de la noche de este sábado.
Gómez Gómez,
de 66 años de edad, estaba desaparecido desde la mañana del viernes pasado,
cuando salió de su casa rumbo al Hospital Universitario de Neiva. “No habla
mucho, llegó con mucha hambre, comió, y esta acostado”, señaló Liliana.
Agregó que
su papá físicamente se encuentra bien y están a la espera de llevarlo al médico
para que lo examine. “No se le detectó que estuviera maltratado, estamos a la
espera que lo revisen los médicos más tarde”.
El dirigente
gremial apreció sin las llaves y el teléfono celular.
La desaparición
El dirigente
desapareció el pasado viernes, cuando salió a las 7:30 de la mañana de su casa
en el barrio Altico de la capital huilense, rumbo a la unidad de urgencias del
Hospital Universitario ‘Hernando Moncaleano Perdomo’.
“Mi papá
sale para urgencias del hospital porque estaba muy ansioso debido a que sufre
de trastorno bipolar…”, manifestó Liliana.
Gómez Gómez,
le dijo a la familia que se dirigía al centro asistencial para que le
suministraran un medicamento. “Dijo que iba a ver si le ponían algo para
disminuir esa ansiedad”, señaló la familiar.
Agregó que
su padre se fue solo en un taxi para el centro asistencial. “Mi mamá no lo
acompañó porque tenía malestar…”.
Con el paso
de las horas y ver que no contestaba el teléfono celular, la angustia se
apodero de la familia. “Le marqué a las diez de la mañana y no contestaba, le
seguía marcando y no contestaba, pero el celular estaba prendido. Por la tarde
ya estaba apagado”, señaló Miriam Vallejo, esposa de Manuel Salvador.
Agregó la
compañera sentimental del dirigente gremial, que se han comunicado con
familiares, allegados y amigos, para establecer si lo habían visto, pero la
respuesta es negativa.
Fuente: LA
NACIÓN