Una apuesta
de integración que, según ellos, marcaría un hito histórico de desarrollo
regional y les permitiría jalonar mayores recursos para el mejoramiento en la
calidad de vida de estas poblaciones.
“Las
condiciones de atraso, abandono estatal, dificultades geográficas, el
colonialismo y feudalismo políticos, ejercidos desde nuestras capitales
departamentales y el conflicto armado durante varios años es lo que nos lleva a
liderar esta iniciativa”, explicó Euclides Alcina, periodista de Aguachica, una
de las voces que lideran esta iniciativa.
Estas
aspiraciones separatistas son apalancadas también por Eluvin Agudelo Poveda,
líder político del municipio Santa Rosa, sur de Bolívar, quien afirma que la
región tiene suficientes potenciales económicos y administrativos para
sostenerse.
Son regiones
muy ricas y con el nuevo ente territorial podríamos canalizar mejor estos
recursos
“Son regiones muy ricas y con el nuevo ente
territorial podríamos canalizar mejor estos recursos, porque actualmente se
están invirtiendo en otros sectores ya que las decisiones se toman de manera
muy centralizada. Además, nos unen muchas afinidades culturales”, agregó
Agudelo.
En la
consolidación de este ente territorial se sumarían los municipios del sur del
Cesar; entre ellos, Río de Oro, Pailitas, Tamalameque, La Gloria, Gamarra, San
Martín, San Alberto, González, Gamarra, Pelaya y Aguachica.
Por el lado
de Bolívar, Santa Rosa, Simití, Morales, San Pablo, Canta Gallo, Regidor, Río
Viejo, Norosí y Arenal.
Por el
Sur-Norte santandereano, se unirían los municipios de La Esperanza y el Carmen,
que limitan con Venezuela; de esta manera, el nuevo departamento tendría una
zona fronteriza con el vecino país.
Un primer
paso hacia esta meta será la presentación del proyecto, el cual está programado
para el próximo 9 de febrero, donde han sido convocadas las fuerzas vivas de la
región, en el marco de una sesión semipresencial y virtual, donde discutirán su
aprobación.
Posteriormente
se conformarán varios comités que canalizarán el sentir social, cultural,
político y académico de los participantes para plasmarlo en el proyecto final.
“Ya tenemos
un mapa geográfico de lo que sería este nuevo departamento, que ayudaría a los
miembros del comité construir el proceso. Una vez aprobado, será presentado al
Congreso de la República para su respectivo debate y audiencia pública”,
recalcó Alcina.
Así nació la
idea
La creación
del nuevo departamento ha sido una constante en algunos sectores del sur del
Cesar.
En 1960 se
presentó un brote separatista, producto de la inconformidad de muchos
pobladores que se sentían rezagados en los procesos de crecimiento económico y
de competitividad liderado por algunos dirigentes políticos de la región.
En ese
intento, muchos llegaron a vaticinar el nombre de este nuevo territorio:
departamento de Caro, en honor a esas provincias, que abriga a los municipios
señalados anteriormente.
Es una idea
temeraria, sin fundamento, ya que para segregarse debe hacerse a través de una
ley de la República ante el Congreso
“En esa época hubo entusiasmo, con el tiempo
este propósito se apagó, porque los mandatarios comenzaron a liderar proyectos
en estas zonas por los índices de votación que representan, ahora los tienen
menos abandonados”, relata Giomar Guerra Bonilla, investigadora sociocultural
del Cesar.
Reacciones
El tema
comienza a generar expectativa en la región; sin embargo, hay quienes opinan
que la independencia del sur del Cesar carece de fundamento frente a los
actuales momentos que afronta el departamento.
“Creo que es
una idea temeraria, sin fundamento, ya que para segregarse debe hacerse a
través de una ley de la República ante el Congreso, avalado por los gobiernos
departamentales. En estos momentos debemos estar unidos para salvaguardar la
salud de todos”, sostuvo Franco Ovalle, exgobernador del Cesar.
Para otros,
la iniciativa podría tomar fuerza; un primer paso sería analizar las
potencialidades de recursos y el fortalecimiento del liderazgo a la hora de
consolidar el proyecto.
“Este
fenómeno ocurre en todo el país. De hecho, nosotros lo sentimos con el
centralismo de Bogotá. Siento que existe un abandono de la clase dirigente en
estas poblaciones, por eso, si se ponen las pilas y le meten el empuje que
requiere podría tomar fuerza”, indicó Limedes Molina, periodista de Valledupar.
Fuente: EL
TIEMPO