El accidente de Monje, nombre de la trabajadora Paraguaya,
sucedió cuando no había nadie. Sin embargo, ella no dudó ni un segundo que lo
correcto era asumir la responsabilidad, por lo que dejó una particular nota a
la dueña del pocillo.
“Soy la limpiadora, hoy sin querer eche tu taza, este es mi
número para que me digas donde te puedo conseguir una igual, lo siento, me
preocupo porque sin querer se cayó”, escribió la mujer.
Lejos de cobrarle, Kiara decidió tener un obsequio con la
aseadora y le regaló un juego de tazas para ella y sus tres hijos. “Dice que
fue su abuela quien le enseñó sobre la humildad”, contó Coronel al dar a
conocer el momento.