Patricia
Charry Gómez, mujer oriunda de Campoalegre con 40 años de edad, madre de dos
hijos; fue asesinada por su ex esposo en una vivienda de propiedad de la mujer,
ubicada en el barrio Simón Bolívar de Bogotá D.C.
Al
parecer, la mujer fue citada por un tercero en dicho lugar, donde se alquilaban
apartamentos, al parecer para arrendar uno; sin embargo y de acuerdo con las primeras
versiones, todo hizo parte de una coartada del homicida, para lograr que la
mujer llegara al inmueble.
Una
vez la víctima ingresó a la propiedad, fue atacada por la espalda, su verdugo
ya se encontraba en el lugar y sin darle tiempo a reaccionar, le propinó un
golpe que la dejó en estado de indefensión, seguidamente la atacó con una
maceta, ocasionándole golpes contundentes en el rostro y la cabeza, y como si
fuera poco, le cortó el cuello, las manos y le causó una herida en el tórax.
El
autor de este crimen, fue identificado como Leonidas Medina Hermosa, de 70 años
de edad, oriundo de la ciudad de Neiva, plomero de profesión; una vez asesinó a
Patricia, llamó a una de sus hijas, para informarle de lo sucedido, además de
indicarle que había intentado acabar con su vida. La mujer de inmediato informó
a la familia de la víctima que, al llegar al lugar, confirmaron la tragedia.
El
hombre de 70 años, se autolesionó con el mismo cuchillo que asesinó a su expareja,
y pese a que se provocó heridas en cuello y manos, fueron superficiales, y está
fuera de peligro. El autor fue capturado en flagrancia y aunque permanece aún
hospitalizado, la captura ya fue legalizada y le imputaron el delito de
feminicidio agravado, cargos que no aceptó.
La
orden de medida de aseguramiento en centro carcelario, afirman los familiares
de la víctima, puede no ser una garantía suficiente; pues al parecer y según
versiones del autor del feminicidio, “él la asesinó, porque escuchaba voces que
le decían que debía hacerlo”.
Los
familiares de Patricia Charry, temen que la orden no se haga efectiva, por
acciones que al parecer tratan de efectuar tanto el implicado como sus
allegados, para lograr salir bien librado. Mientras él se recupera de las lesiones, una familia huilense, llora a su ser querido
y a voces, clama justicia.