"Siempre hay luz al final del túnel, nunca te des por
vencido", dijo Joe DiMeo, el joven de 22 años que el 12 de agosto del año
pasado se convirtió en el primer paciente en recibir un trasplante de cara y
manos, duró casi 24 horas y contó con un equipo de más de 140 personas. Hubo
ensayos durante casi un año.
El Hospital NYU Langone Health presentó al receptor, que
sufrió quemaduras de tercer grado en más del 80% del cuerpo por un accidente de
tránsito ocurrido en julio de 2018, luego de quedarse dormido al volante, por
lo que el carro que conducía se volcó y explotó.
“Tan pronto como vi mi cara por primera vez dije: de acuerdo,
este es mi rostro ahora. Simplemente seguí adelante, lo tomé con calma”, dijo
Joe DiMeo al verse en un espejo, cinco semanas después de la cirugía.
A este joven le implantaron ambas manos hasta la mitad del
antebrazo, incluidos los huesos radio y cúbito, tres nervios dominantes, seis
venas sanguíneas que requirieron conexiones vasculares y 21 tendones.
También tuvo un trasplante total de cara, incluida la frente,
cejas, ambas orejas, nariz, párpados, labios y huesos del cráneo, pómulos,
nariz y mentón.
El joven, mientras tanto, dice que ya puede hacer muchas cosas, aunque “a veces abrir una botella de agua es muy difícil, corta la sensación en mi pulgar. No sé si estoy apretando lo suficiente o no, pero casi siempre puedo hacer muchas cosas”, Joe concluye que desea empezar a trabajar muy pronto.
Tomado de: Caracol Noticias