La brasileña
Edina Alves, de 41 años, se ha ganado un lugar en la historia del fútbol. En
concreto, es la primera árbitra seleccionada por la FIFA en un campeonato
internacional masculino, el Mundial de Clubes, que se disputa en Qatar.
Debutó como el
cuarto árbitro en el partido entre los Tigres de México, y el Ulsan Hyundai
surcoreano, así como en el duelo por el quinto puesto entre Al Duhail y Ulsan
Hyundai.
Dos mujeres
más, también latinoamericanas, actúan como árbitras asistentes; la también
brasileña Neuza Back y la argentina Mariana de Almeid.
“Si pienso en
mi carrera, claro, es una victoria única, pero conmigo están miles de mujeres
que luchan por vencer en la vida, en sus profesiones”, declaró al diario Folha
de S.Paulo hace unos días desde Qatar.
Alves es
perfectamente consciente de su responsabilidad ante millones de niñas, de los
aficionados y de los directivos de la FIFA. “No es fácil ir por delante porque puede
salpicar a quien viene detrás. Si lo haces mal, todo se desmorona. Todos dirán
‘oh, las mujeres no aguantan’ o ‘las mujeres no son capaces”, explicó en la
citada entrevista.
Según Roberta
Nina, una de las fundadoras de un medio digital que cubre el deporte femenino brasileño,
detalla en un mensaje el contexto porqué Alves no es la pionera en el
arbitraje, sino Sílvia Regina de Oliveira en los años 2000.
“Brasil fue
uno de los países pioneros al tener una árbitra pitando en la primera división
nacional del fútbol masculino Serie A en 2006, pero después de eso, estuvimos
14 años sin ninguna otra mujer que repitiera la hazaña. Quien lo logró fue
precisamente Edina Alves.