Aunque suene paradójico, la abogada neivana Diana Esperanza Díaz Barragán, con una amplia trayectoria en el servicio público y quien hace más de un año lucha contra un agresivo cáncer, acaba de ser despedida del Ministerio de Trabajo luego de laborar por dos años en esa cartera, encargada de velar por los derechos laborales de los colombianos.
La servidora
pública relató que en septiembre de 2019 fue diagnosticada con un cáncer
bilateral de ovario etapa tres, con metástasis en sus intestinos y en el
peritoneo. Desde entonces, ha estado en quimioterapias para combatir la
enfermedad, aun así, en medio del agresivo tratamiento, nunca dejó de cumplir
con su trabajo.
“Antes de
saber que era cáncer, yo presenté trombosis, eso me generó una cojera, luego
tuve grapas en mi vientre tras la cirugía, también perdí el cabello por la
quimioterapia; sin embargo, seguí trabajando, entregando todo al Ministerio,
aun así, me despiden como si hubiera sido la peor funcionaria”, expresó la
abogada huilense.
Y es que la
exfuncionaria denunció que esta semana la declararon insubsistente de manera
repentina. Si bien reconoce que su cargo es de libre nombramiento y remoción,
siente que es injusto que la hayan despedido cuando está luchando contra esta
agresiva enfermedad.
“Muchos
dicen que estaba en un cargo de libre nombramiento y remoción; de acuerdo, el
mismo Ministerio de Trabajo ha expedido conceptos en circunstancias como estas,
dejando claro qué se puede hacer cuando hay una situación de salud tan delicada
como la mía. Uno se pregunta si es letra muerta lo que pasa en el interior del
Ministerio, porque sacan circulares de no despido, de no suspensión de
contratos…”, indicó.
El despido
La destacada
jurista huilense aseguró que la manera cómo la despidieron la ha hecho sentir
“humillada”.
“Simplemente
me llega una notificación al correo electrónico personal e instantáneamente me
bloquean el correo institucional, lo que deja mucho que pensar, pues todas las
pruebas de las comunicaciones de mi tratamiento están en ese medio. Mis
abogados hicieron una solicitud, pero el Ministerio ha guardado silencio hasta
el día de hoy. Los que somos funcionarios públicos sabemos que hay que rendir
un informe, entregar un puesto de trabajo, sin embargo, estoy bloqueada, me
siento humillada”, expresó.
La abogada
además rechazó que no le hayan dado una justificación para su despido, máxime
cuando enfrenta una grave enfermedad y es complejo el contexto actual en
materia laboral. “Ni siquiera hay una idea del despedido, que pienso hubiera
sido lo más honesto en una situación tan difícil, porque pretender vincularse
en un contexto de pandemia es complejo, jamás voy a decir que soy una víctima,
pero hoy me dejan sin nada porque me han quitado la seguridad social”.
Lamentó que
paradójicamente este caso se haya presentado en una entidad encargada de velar
por los derechos laborales, “a mí me despidió el máximo órgano que debería
estar en condiciones de la defensa de los derechos laborales; yo no entré con
esta administración, sin embargo, pienso que más allá de las administraciones
hay un tema de humanidad que es lo que falta mucho en las relaciones laborales…
hay manejos y mucha presión sindical”.
Igualmente,
afirmó que hubo prensión en su ambiente laboral para que renunciara, “recibí
demasiados improperios en la dirección territorial, se vivieron situaciones muy
difíciles que fueron puestas en conocimiento de la administración, una presión
a tal punto, para que yo misma tomara la decisión de irme… pero no lo hice porque
siempre he cumplido con mi trabajo y no tengo otro medio de subsistencia”.
Acciones
La abogada
huilense aseguró que interpondrá una acción de tutela para exigir sus derechos,
aunque deja claro que su principal pretensión es “lograr un pronunciamiento que
permita que este tipo de situaciones no sigan pasando… porque qué pasa con el
ciudadano de a pie que no pude visibilizar casos similares”, se cuestiona.
“Voy a tocar
las puertas primero de una acción de tutela, persigo justicia con el tema de
visibilizar el caso más allá de lo que suceda, estoy convencida que Dios y las
instituciones son respetables y tendremos la decisión que en derecho
corresponda. Yo tengo que apalancar esa decisión, no puedo sucumbir”, dijo.
Díaz
Barragán le da gracias a Dios porque si bien continúa en tratamiento de
quimioterapia, sigue con vida aun cuando los médicos no le dieron “una sola
posibilidad para sobrevivir”. “Sin embargo aquí está la Esperanza Díaz
sobreviviente, el tratamiento ya no me tumba el cabello, las cejas ni pestañas,
aunque tuve que pasar por cosas difíciles estoy dispuesta a luchar”, expresa.
Diana
Esperanza Díaz Barragán, lleva 12 años en el servicio público. Trabajó como
juez de familia en Pitalito, secretaria de un Juzgado de Ejecución de Penas en
Bogotá, asesora en el Tribunal Superior en la capital del país, también laboró
en la Unidad de Trabajo Legislativo en el Congreso y en la Unidad Nacional de
Protección; finalmente, en diciembre de 2018 llegó a laborar al Ministerio de
Trabajo.
Fuente: LA
NACIÓN