En medio de la polémica que ha suscitado la propuesta de los
congresistas María Fernanda Cabal y Christian Garcés de flexibilizar el porte
de armas en el país, eliminando la prohibición actual, el expresidente y líder
natural del Centro Democrático, Álvaro Uribe, cuestionó la utilidad de la
iniciativa.
Para el exsenador este debate del uso armas es un «tema muy
delicado». Por lo que solicitó en sus redes sociales que «no pidamos la
generalización de porte de armas. Manteniendo el decreto de desarme se puede
pedir a las brigadas agilizar los permisos excepcionales y por razones
plenamente justificadas».
El pronunciamiento de Uribe se dio en respuesta al rechazo
que también ha generado esta propuesta en el Gobierno Nacional, pues el actual
consejero presidencial para la Seguridad Nacional, Rafael Guarín, señaló que
"el camino no es armar a los colombianos, ni promover la compra, o el
porte. Las armas no son un derecho en Colombia, conforme a la Constitución.
Controlar rigurosamente las que tienen permiso y perseguir implacablemente las
ilegales contribuye a reducir el delito".
No obstante, lo que desde un momento manifestaron los
ponentes fue precisamente que "la intención no es armar a todos los
colombianos, sino fortalecer el monopolio del Estado sobre las armas;
fomentando el registro de las mismas, con un proceso de requisitos y tiempos
claros para que las autoridades expidan permisos de tenencia y porte a la
ciudadanía que opte por protegerse con un arma de corto alcance".
Sin embargo, el ministro de
Defensa Diego Molano también se unió al rechazo de este proyecto de ley,
argumentando que el permiso actual es una política que no va a ser eliminada, y
que en efecto se seguirá en la lucha contra las bandas organizadas que cuentan
con estas armas ilegales, y que han estado protagonizando la comisión de
delitos.