Un granjero y los vecinos de su comunidad, se formaron para
demandar a la empresa Quihua Group, una compañía que se dedica al procesamiento
de minerales y producción química, debido a la contaminación de sus hogares y
sus tierras para cultivo.
El hombre se llama Wang Enlin y según él mismo cuenta, tuvo
que estudiar durante 16 años la carrera de abogacía para poder demandar a la
compañía que destruyó su tierra. La historia tiene final feliz, ya que junto a
los habitantes de la aldea de Yushutun, China ganó un juicio inicial contra la
multimillonaria empresa estatal.
Wang, de 60 años, comenzó a soñar con este caso después de
que su casa y las tierras de cultivo circundantes se inundaran en desechos
tóxicos de Qihua en el año 2001. Desde ese momento, se juró a sí mismo que
tomaría cartas en el asunto para revertir la situación.
Las actas del Consejo del Distrito del Río Qiqihar Angang de
2001, dejaron registrado que la tierra contaminada no podría ser utilizada
durante un largo período de tiempo.
En efecto, la compañía creó un “baldío de 71 acres con
residuos de carburo de calcio y un estanque de 478 acres con sus residuos
líquidos“ y liberó en la tierra de 15.000 a 20.000 toneladas de residuos
anuales.
En el año 2007, un reconocido centro de asistencia legal para
víctimas de la contaminación de la Universidad China de Ciencias Políticas y
Derecho, asistió a Wang y sus vecinos para tomar cartas en el asunto contra la
compañía. El caso empezó a procesarse recién en 2015.
Finalmente, y, después de una larga lucha, Wang y los demás
habitantes de la aldea de Yushutun, le ganaron la sentencia inicial a la
compañía en el Tribunal de Distrito de Angangxi de Qiqihar. Además, se les
otorgó a las víctimas una compensación económica. La empresa, se encuentra
ahora apelando el fallo a la espera de una respuesta favorable.