Timothy Harrison es un joven que se hizo viral luego de que
su jefe y compañeros de trabajo le ayudarán a realizar todos los trámites y le
pagarán las entradas de la ceremonia para que se pudiese graduar.
Harrison había pedido permiso días antes para asistir a su
ceremonia. Sin embargo, sorprendió a su jefe y a sus compañeros al llegar ese
día, como si nada, a trabajar a las 7 de la mañana.
Por lo que su superior, Cedric Hampton, le preguntó por qué
motivo no estaba camino a su grado
A lo que el joven le respondió que no iba a ir debido a que
no tenía con quién asistir, ya que su familia no podía acudir, además no tenía
ni toga, ni birrete, ni dinero con que pagar las entradas a la ceremonia.
Incluso Harrison ni había entregado los documentos necesarios
para asistir al evento, ya que como no cumplía con ninguno de los requisitos
anteriores, pensaba que de todas formas no se iba a graduar.
El superior al escuchar eso junto con los otros trabajadores
del lugar, le ordenaron que fuera a la escuela a entregar los documentos
necesarios para que él pudiese graduarse y que ellos se encargaban del resto.
“Le dije: ‘Vete a casa, consigue tu papeleo, llama a la
escuela y nos encargaremos del resto’. Para mí, fue una obviedad. La graduación
es una de esas cosas que puedes hacer una vez en la vida y cuando has trabajado
todos estos años yendo a la escuela para tener ese momento, es necesario estar
allí “, dijo Cedric.
Mientras el joven hacia el respectivo trámite, sus compañeros
decidieron dividirse para conseguirle el birrete y la toga, además de otros
artículos que requería el joven.
Posteriormente, su jefe lo llevó a la ceremonia, lo acompañó
y le tomó fotos. Luego lo trajo al lugar de trabajo donde lo esperaban sus
compañeros para realizarle una pequeña fiesta.
Definitivamente, aunque su familia de sangre no pudo asistir,
su “familia laboral” no lo abandonó y estuvo ahí para celebrar y conmemorar el
logro.
“Mi familia laboral es útil y considerada. Se aseguran de que
todos los que les rodean estén bien”, dijo Harrison.
Fuente: La kalle