Durante una década la monja Mary Margaret Kreuper logró esconder un pecado que la podría llevar a prisión: robarse el dinero de la caridad para apostarlo en un casino.
La hermana
de 79 años, quien era directora de la escuela católica St. James, en Torrance,
California, durante los últimos 10 años se dedicó a tomar parte del efectivo
que era donado a la institución para poder satisfacer su vicio, la ludopatía.
Según la
investigación que adelantan las autoridades norteamericanas, serían por lo
menos $800 mil dólares, unos $2.900 millones de pesos colombianos, los que la
mujer habría tomado para cubrir sus gastos de juego, que además incluyen
costosos pagos de tarjetas de crédito.
De no ser
por la misma hermana de la caridad Mary, la historia no se habría sabido. Todo
parece indicar que el pecado atormentó la mente de la mujer a tal punto que se
vio obligada a acudir ante las autoridades para notificar lo sucedido.
"Kreuper,
quien hizo votos de pobreza a los 18 años y pasó 59 años en la orden religiosa,
dijo en su acuerdo de culpabilidad que había comenzado a desviar dinero de la
matrícula de la escuela y la cuenta de donaciones a una cuenta de ahorros que
financiaba los gastos de manutención de las monjas que trabajaron en la escuela
y luego usó parte del dinero para ella misma", indicó un medio local que
registró el hecho.
Además del
delito de apropiación de dineros que eran para el mantenimiento del centro
educativo, la hermana Mary habría falsificado informes anuales para así poder
cubrir su fraude.
Autoridades
locales aseguran que la monja podría pagar hasta 40 años de cárcel, sin contar
la millonaria multa que tendrá que pagar, y las oraciones que tendrá que hacer
para salir libre de pecado.
Fuente: Noticias
RCN