Laurent Simons tiene apenas 11 años y ya terminó la escuela primaria, el bachillerato, la universidad y próximamente iniciará una maestría.
El pequeño niño prodigio vive en los Países Bajos junto con
sus padres, quienes siempre se han mostrado orgullosos de sus logros y no han
dudado en apoyarlo.
Según ‘BBC’, el pequeño había empezado la carrera de
Ingeniería Eléctrica en 2019, con tan solo nueve años, pero la Universidad de
Eindhoven no le permitió presentar los exámenes en las fechas que la familia
Simons pretendía para que se graduara antes de los 10 años. Por ello tuvo que
retirarse.
Ante este pequeño tropiezo, el año pasado decidió estudiar Física, una carrera que normalmente dura tres años. Al niño le tomó tan solo uno.
Laurent fue acogido por la Universidad de Amberes, ubicada en
Ostende, Bélgica, cuyos programas se centran en la ingeniería y la medicina. De
acuerdo con las declaraciones de un vocero de la institución al periódico
‘Brussels Times’, el niño consiguió la máxima distinción.
Aquí no termina su sueño. Es apenas el comienzo.
La aspiración más grande de Laurent es encontrar un método
para prolongar la vida humana al reemplazar cuantas partes del cuerpo sean
posibles con piezas mecánicas.
“He trazado un plan para conseguirlo. La Mecánica Cuántica es
la primera parte del rompecabezas”, declaró a ‘Brussels Times’.
De hecho, ese es un plan que ya inició. Según la Universidad, “este año tomó algunos cursos del programa de la maestría. Después del verano, lo empezará oficialmente”.
Siendo así, Laurent Simons se convertirá en una de las
personas más jóvenes de la historia en obtener dichos títulos.
Eso sí: aunque su mente sea privilegiada, no deja de ser un
niño como cualquier otro.
En su momento señaló a ‘AFP’ que sus pasatiempos eran jugar
con su perro y ver Netflix, tal y como lo hace cualquier pequeño de su edad.
Claro: Laurent ya tiene más de un cartón bajo el brazo. Su
futuro solo augura crecimiento.