Hay indignación en la capital del departamento de Caldas,
luego de que las autoridades municipales tuvieran que acudir a una vivienda en
la que una mujer estaba siendo agredida por su propio hijo, un menor de 14
años.
La alerta llegó a las autoridades a través de una llamada
telefónica que realizó un vecino al escuchar los gritos de una mujer dentro de
su vivienda. Los hechos sucedieron exactamente en el barrio La carola, en la
ciudad de Manizales.
La Policía de la ciudad acudió a la vivienda tras la denuncia
telefónica y se encontraron con que, efectivamente, la mujer que habitaba allí
había sido agredida. Sin embargo, la sorpresa que se llevaron los uniformados y
los vecinos al cuestionar a la mujer por el agresor, es que había sido su hijo
de 14 años.
Pero, en esta ocasión, la agresión del joven a su madre se
dio luego de que esta se negara a darle dinero para que recargara su celular.
La versión de la mujer retratada por la Policía Metropolitana de Manizales
indica que “el conflicto inició cuando al joven se acabó la recarga que tenía y
este le pidió dinero para poder seguir utilizando su móvil. Esta situación conllevó
a que la agredirla físicamente porque no accedió a su pretensión”.
Los uniformados que atendieron la situación, en cabeza del
Grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia, señalaron que, tras llegar a
la vivienda familiar, trataron de hablar con el adolescente sobre su
comportamiento, pero el grado de exaltación en el que este estaba impidió
cualquier acercamiento a dialogar.
Era tal el enojo del menor de edad que, cuando su madre habló
con los uniformados sobre lo que estaba pasando, el joven intentó agredirla
nuevamente, frente a las autoridades, es por esto que fue capturado.
El menor de edad, fue capturado por el delito de agresión
tipificado en el Artículo 229 del código penal por violencia intrafamiliar, en
el que se establece que “el que maltrate física o psicológicamente a cualquier
miembro de su núcleo familiar incurrirá, siempre que la conducta no constituya
delito sancionado con pena mayor, en prisión de cuatro a ocho años.