Todo ocurrió en un barrio llamado Caballito, ubicado en el centro de Buenos Aires (Argentina). El insólito suceso conmovió tanto al mundo que, tres décadas después, se sigue recordando el fatídico destino del perrito, llamado Cachy, y de las personas que coincidieron con la caída del animal.
¿Por qué se
cayó el perro desde esa altura?
Cachy era un
perro que estaba jugando en el balcón de su vivienda. Según portales
especializados en animales, este tipo de caninos son muy juguetones y activos.
Aún no se
sabe cómo, pero desafortunadamente el animal “atravesó un hueco de la baranda y
cayó al vacío”, según informó el diario ‘La Nación’ a raíz, además, de los
testimonios consignados en los periódicos locales de ese entonces.
Cachy no fue
la única víctima de la caída.
Las demás
víctimas
La primera
muerte tras la de Cachy fue la de una mujer llamada Marta Espina, de 75 años.
La señora
pasaba cerca del edificio cuando el caniche cayó sobre su cabeza, provocando su
muerte inmediata.
Después del
terrible incidente, una mujer, de 46 años, llamada Edith Solá, decidió socorrer
a Marta.
Sin embargo,
en su afán y preocupación por la vida de Espina olvidó mirar hacia los lados
antes de cruzar la calle y fue arrollada por “el autobús interno 15 de la línea
55”, según recordó el diario ‘ABC’.
Como si la
sucesión de infortunios no fuera poco y no hubiera costado ya tres vidas de
forma tan insólita como lamentable, minutos después “un hombre sufrió un ataque
cardíaco al ver la totalidad del episodio y falleció en una ambulancia camino
al hospital”, según el medio local ‘La Nación’.
El extraño
suceso se volvió noticia global debido a que la cadena de hechos trágicos
parecía extraída de la ficción.
Desde entonces,
cada 21 de octubre varias personas rememoran el suceso por medio de recortes de
prensa de la época y de años posteriores.
Aún hoy,
para muchos, es difícil de creer.