La historia empezó cuando la mujer identificada como Marisol
sacó a su perro a pasear a sobre las 5:00 a.m. ella se dedica a restaurar
objetos antiguos y vio que frente a su casa había un cajón y se acercó para
observar qué era.
Marisol se percató que se trataba de una caja fuerte, la
llevó hasta el garaje de su casa y siguió paseando a su perro.
En medio del paseo la mujer se enteró que una constructora
había sido víctima de un atraco y entre las cosas robadas se encontraba la caja
fuerte de la compañía.
Inmediatamente decidió llamar a su hijo, quien fue en busca
de los directivos de la constructora para que verificarán si la caja fuerte que
estaba en el garaje de su casa pertenecía a la empresa.
El personal de la constructora llegó hasta el lugar y pudo
verificar que la caja fuerte no había sido violentada.
“Hasta el momento «no hemos recibido nada” Marisol comentó
que ni ella ni su hijo recibieron bonificación o comisión alguna por parte de
la constructora; pero la mujer asegura que «las recompensas vienen de Dios».
Ella contó que junto a su hijo no atraviesan por una buena
situación económica, sin embargo dijo que: «La honestidad es inquebrantable».
Agregó que el joven es abogado y desde hace más de tres años
busca un empleo que le permita tener estabilidad laboral y económica.