Samuel
Rodríguez está detrás de Tecnopac, una desarrolladora de software que ha
recibido más de US$1 millón por parte de inversionistas para ampliar su
captación de clientes en Estados Unidos y Europa. Todo, desde Colombia.
Leyendo lo
que decían en foros de Reddit y viendo tutoriales en YouTube desde su
computador en un pequeño cuarto de una finca en Curití, un municipio en el
departamento colombiano de Santander, Samuel Rodríguez, para el momento ya un
niño genio, aprendió a programar a sus 12 años, desarrollando ¡Hola, mundo!, el
más simple de casi todos los lenguajes de programación.
Con 18 años,
no solo domina lenguajes como HTML, PHP, JavaScript, Python o servidores como
Amazon Web Services, Microsoft Azure e IBM Cloud, sino que Tecnopac, la
desarrolladora de software que fundó a los 16, cerrará el año con una
facturación superior a los $600 millones (pesos colombianos) y con más de US$1
millón de aportes por parte de inversionistas.
“Mi primer
cliente fue un primo de mi familia, que tenía un pequeño negocio de
distribución de ropa”, dice Rodríguez a Forbes. “Fue chistoso porque llevaba
mucho tiempo buscando el primer cliente, pero nadie me quería comprar nada, me
sentía super frustrado, porque causaba desconfianza y hasta lástima”.
Recogiendo
café en la finca de sus padres consiguió $600.000 para empezar, con los que
adquirió licencias del hosting para el software co el que diseñan páginas web y
su propio dominio. Ahora son más de 200 clientes, que sigue captando en
mercados como Estados Unidos, Chile, México y España, desarrollando software y
aplicaciones a la medida.
“Atendemos a
la pequeña empresa que busca soluciones básicas iniciales como una aplicación
móvil, también a empresa mediana o grande que llevan una digitalización
progresiva y a compañías de alta densidad digital que necesistan de apoyo en
desarrollos específicos y en la complementación de equipos”, explica.
En un primer
momento, fue para sus padres un reto que el colegio dejara de ser la prioridad
de su hijo. Samuel cuenta que siempre ha contado con el apoyo de ellos, incluso
cuando graduó del colegio y no ingresó a la universidad.
“Yo si
quiero ingresosar a la universidad pero no porque quiera información ni teoría,
sino para tener desarrollo social, obtener networking y poder involucrarme en
proyectos y actividades retadoras”, expresa el fundador y CEO de Tecnopac.
En su camino
como emprendedor dice que admira a escala internacional al cofundador de
Microsoft Bill Gates y al cofundador de Google Larry Page, mientras que a
escala nacional al cofundador de Rappi Simón Borrero “por ser precursor del
emprendimiento en Latinoamérica” y al cofundador de Merqueo Miguel McAllister
por su “capacidad de distribución de entender un mercado para despegar un
proyecto”.
Tecnopac ya
tiene alianzas estratégicas en Tampa, Atlanta, Nueva York y Los Ángeles
(Estados Unidos), Madrid (España), Santiago (Chile) y Guadalajara (México). Su
equipo de 12 empleados directos y 30 tercerizados repartido entre Bogotá,
Bucaramanga y Medellin.
En 2022,
dice Rodríguez, quiere alcanzar una facturación de US$1 millón de dólares y al
menos 300 clientes nuevos.