Heather Pingel, de 35 años, murió tras permanecer hospitalizada con serias lesiones luego de ser atacada por el perro de la casa.
La mujer, del condado de Shawano, en Wisconsin, EE. UU.,
había sufrido hace dos semanas la arremetida del pitbull que tenía como mascota
después de evitar que el animal dejara sin vida a Damion, su hijo de 4 años.
Al parecer, según reportó Shane, su hermana, el menor tuvo
una caída en las escaleras del hogar y su llanto sin consuelo habría ocasionado
la reacción agresiva del canino.
Pingel, alertada por el alboroto, habría bajado a auxiliar al
pequeño y se enfrentó al animal que la superaba en 15 kilogramos.
En el choque de fuerzas, la mujer habría intentado arrebatar
a su hijo de la boca del perro y llevarlo al baño para salvaguardarlo.
Sin embargo, fue en ese lugar de la casa donde su cuerpo fue
encontrado tendido con heridas de gravedad por su hermana.
Al momento del ataque, la mujer y el menor eran los únicos
que estaban en la casa.
Cuando la policía llegó al lugar, la mujer seguía jadeando en
el baño, el menor estaba sentado en un sofá con su pierna bastante afectada y
el perro estaba muerto.
De acuerdo con la información preliminar, Shane le habría
disparado al animal para evitar que también la atacara a ella.
El niño recibió asistencia médica y permanece a salvo en su
hogar.
El perro, establecieron las autoridades, ya había dado
preocupantes muestras de agresividad en el hogar. Aun así, sus responsables
nunca desistieron de preservar su cuidado.
"Mi hermana tiene el corazón más grande para los
animales y simplemente no podía deshacerse de él ... su corazón era demasiado
grande y pensaron que podrían arreglarlo", dijo la hermana de la fallecida.
La familia organizó un ‘crowdfunding’ para poder pagar las
cuentas médicas, los gastos funerales y ayudar a los dos hijos que dejó Heather
Pingel.
Al momento de la noticia, ya se habían recaudado 35 mil
dólares (más de 140 millones de pesos colombianos).