Antes de que sucediera la tragedia, Oriana Nicola llegó muy
agitada a la casa de sus abuelos. A ellos les contó que su novio la estaba
amenazando de muerte vía mensajes de texto.
Pasaron las horas y la joven, a las cuatro de la mañana,
decidió abandonar la casa de sus familiares para ir a donde su pareja.
“No te puedo decir qué la llevó a escaparse de su casa para
ir a donde su novio. Solo ella lo sabía. Quizás fue el miedo, los nervios, el
estar enamorada o las drogas, porque mi sobrina estaba perdida en las drogas”,
contó una tía de la hoy fallecida.
Pasó el tiempo y el novio de la víctima subió un estado a su
WhatsApp que decía “directo al cementerio”, situación que encendió las alarmas
entre los conocidos de la pareja, que dieron aviso a las autoridades.
Cuando la Policía llegó a la vivienda del adolescente
encontró el cuerpo de la joven, que presentaba una herida por arma de fuego en
el parietal derecho. El adolescente aseguró a las autoridades que Oriana Nicola
se había quitado la vida.
Pese a esa versión, la fiscal que lleva el caso ordenó
realizar exámenes para determinar si en el cuerpo de la víctima, o del joven,
había rastros de pólvora. A lo anterior se suma que el adolescente de 17 años
quedó detenido y se le imputó el delito de “homicidio agravado por el
vinculado”. Actualmente permanece en un centro de reclusión de menores situado
en La Plata, Argentina.
Durante las pesquisas a la vivienda del hoy detenido, los
uniformados hallaron un revólver calibre 22 que tenía 7 balas y un casquillo
disparado. Varias personas que conocieron a la víctima aseguraron que era una
joven sin vicios, pero que eso cambió cuando conoció a su novio.
Además, indicaron que el adolescente “le había pegado varias
veces” y que la “amenazaba de muerte”. Tras el deceso, amigas, familiares y
allegadas a la víctima organizaron una marcha rechazando lo sucedido en Buenos
Aires – Argentina.