Aunque su madre hizo todo lo posible por salvarlos, no fue
suficiente.
Los hechos ocurrieron en el propio jardín de su casa, donde
Kristie Jane Bennard resultó gravemente herida por los perros cuando trataba de
apartarlos de su hijo de cinco meses, Hollace Dean, y de su niña de 2 años,
Lilly Jane, quienes finalmente fallecieron debido a la gravedad de las heridas.
La propia Oficina del Sheriff del condado de Shelby, en
Tennessee, Estados Unidos, aseguró que el ataque duró cerca de 10 minutos y que
la madre de 30 años se encuentra estable, dentro de la gravedad, tras haber
sufrido varias mordeduras por todo el cuerpo, incluída la cara.
“Kirstie presentó una cantidad incontable de puntos de sutura
y marcas de mordeduras en todo el cuerpo, incluida la cara. Sus piernas y
brazos están completamente envueltos en vendajes, pero es probable que no tenga
daños permanente, aparte de un corazón que nunca sanará”, aseguró un familiar
de los niños, Jeff Gibson.