Millán se desempeñaba como guía turística y estaba casada con
un ciudadano turco. En el momento de la catástrofe se encontraba en un viaje de
trabajo en la ciudad de Adiyaman, de donde, según la información que recogió la
Cancillería, la mujer salió con vida, pero no se sabía de su paradero.
Durante toda la semana autoridades colombianas visitaron y
llamaron a hospitales en Estambul, Mersin y Ankara, hasta que finalmente fue
reportada este 9 de febrero como una de las 17.000 víctimas que deja hasta
ahora la tragedia.
Entre tanto, las gélidas temperaturas agravan este jueves la
situación de los sobrevivientes y dificulta el trabajo desesperado de los
socorristas en Turquía y Siria. Pasadas las primeras 72 horas tras el terremoto
del lunes, el periodo con más posibilidad de salvar vidas, se teme que el
balance de muertos pueda subir dramáticamente debido al elevado número de
personas que se calcula que todavía están atrapadas entre los escombros.