Andrés Fernando Rosales estaría por ver muy pronto a su hijo Julián Andrés Rosales, un niño de 11 años que hace tres meses fue diagnosticado con cáncer y se fue a Estados Unidos con su mamá en busca de un tratamiento que le permitiera curarse. Sin embargo, la enfermedad hizo metástasis y los médicos dicen que ya no hay nada que hacer.
Debido a la
triste noticia que recibió hace una semana esta familia, el pequeño colombiano
hizo una petición a la Cancillería del presidente Gustavo Petro y a la
embajada: “Que mi papá venga más rápido acá a Estados Unidos para poder verlo
en el máximo tiempo posible y abrazarlo y hacer muchas cosas con él cuando esté
fuera de la clínica”.
Su sueño estaría
a punto de hacerse realidad luego de que Andrés Fernando, que actualmente
reside en Itagüí, Antioquia, recibiera un correo del senador estadounidense
Marco Rubio anunciándole que le había sido aprobada la visa humanitaria.
El legislador le
pidió una serie de documentos para llevar a buen término el trámite y el papá
de Julián Andrés Rosales ahora está a la espera de recibir otro email de la
embajada que termine de confirmarle que recibió el visto bueno para poder
viajar a reunirse con su amado hijo.
Andrés Fernando
no deja de sentir un dolor inmenso por su niño. Afirma que “debería ser yo él
que esté allá. Si estuviera en mis manos yo le daría mi vida, y me da rabia
porque esto para mí, todo este esfuerzo, todo lo que he logrado es por él, y
sentir que se me está yendo cada día es muy difícil”.
Llorando y con la
impotencia de no poder hacer más por Julián Andrés Rosales, dice que “el hecho
de que los médicos nos informen que no hay nada más que hacer significa que no
le están haciendo más quimioterapia, lo que indica que el cáncer avanza mucho
más rápido”.
“Todo es cuestión
de días” para que el niño parta de este mundo, cree.
Por eso reitera
su clamor de “que me faciliten la visa, así sea por unos pocos días, para estar
con él”, algo que al parecer está por hacerse realidad.
Para el papá de
Julián Andrés Rosales, este pequeño “siempre ha sido mi motor de vida, de
hecho, es el amor de mi vida, conocí el verdadero amor con él. Es frustrante
porque a pesar de que es un niño de 11 años me da aliento y me da fuerzas a
mí”.
Tomado de:
Noticias Caracol.