El milagro de la Operación Esperanza con la que se consiguió
el rescate de los cuatro niños indígenas que estuvieron perdidos en el Guaviare
tendría una historia de violencia intrafamiliar detrás de toda la travesía que
había emprendido la familia Mucutuy en la avioneta que se estrelló el primero
de mayo.
Un tío abuelo de los menores de edad sostuvo que Lesly (13
años), Soleiny (9), Tien Noriel (5) y Cristin (1) habrían realizado ese viaje
con su madre, Magdalena Mucutuy, huyendo de la violencia intrafamiliar de la
que presuntamente eran víctimas.
Quien contó esa versión fue Fidencio Valencia, que sostuvo
que el papá de los niños, Miller Manuel Ranoque, habría golpeado a Magdalena en
repetidas ocasiones y, además, habría intentado abusar de la mayor de ellos,
Lesly, quien era su hijastra.
“Magdalena siempre fue muy trabajadora y respondía por su
hogar ya que Manuel se la pasaba fumando marihuana y no lo hacía. Entonces, la
hija mayor se hacía cargo de sus hermanitos. Manuel le decía que iba a
reemplazar a su mamá”, sostuvo Fidencio Valencia.
La familia pertenece a la comunidad muinane y en ese grupo
indígena ya se conocía de los presuntos ataques que habrían estado recibiendo
Magdalena y sus hijos de parte de Miller Manuel, motivo por el que los líderes
del asentamiento habrían determinado un castigo para el papá y padrastro de dos
de los menores de edad.
El señor Ranoque había sido sancionado con el castigo de
beber una mezcla de tabaco y sal, combinación que podría resultar mortal. No
obstante, el tío abuelo dijo que al darse cuenta de esa sanción se habría
inventado las amenazas contra su vida del frente Carolina Ramírez de las
disidencias de las Farc.