El gobierno talibán ordenó el martes el cierre de los salones
de belleza en Afganistán antes de un mes, en una nueva medida para apartar a
las mujeres del espacio público.
Esta decisión provocará la desaparición de miles de
comercios, regenteados por mujeres, a menudo el único recurso para sus
familias, y uno de los últimos espacios de libertad y sociabilización para las
afganas.
“Creo que sería mejor si las mujeres no existieran en esta
sociedad”, dice con tristeza la gerente de un salón en Kabul, que pidió el
anonimato. Lo digo ahora: me gustaría no existir. Me gustaría que no hubiéramos
nacido en Afganistán”, reitera.