Ghisliane Echeverry, directora
general del Ideam, destacó la importancia de comprender que estamos en la
temporada seca, especialmente en regiones como la Orinoquía, Andina y Caribe. El
efecto se ve agravado por las condiciones más secas de lo normal asociadas con
El Niño.
Las consecuencias económicas ya se
hacen sentir, con sectores como el ganadero anunciando pérdidas por más de
$122.000 millones. Además, se prevé que el PIB de los sectores agro y energía
pueda disminuir hasta un 0,5% y 0,6% respectivamente durante épocas de El Niño,
principalmente debido a la disminución en la productividad de los cultivos y la
reducción de los embalses con las altas temperaturas.
El ministro de Hacienda, Ricardo
Bonilla, señaló que se anticipan dificultades en la generación de energía, ya
que los embalses han disminuido, aunque se espera que el país tenga suficiente
capacidad para enfrentar el fenómeno.