Este preocupante incremento representa un 12,8% adicional con
respecto al año anterior, afectando especialmente a municipios como Pitalito,
San Agustín, Acevedo y Neiva. Es evidente que la situación requiere una
atención urgente por parte de las nuevas autoridades gubernamentales, así como
de la ciudadanía en general.
Es fundamental replantear las estrategias existentes y
considerar cambios en la gestión de esta problemática. No basta con recurrir a
líneas telefónicas o charlas informativas; es necesario implementar una
política pública integral en materia de salud mental que aborde esta
problemática desde una perspectiva preventiva y promocional. Es crucial evitar
repetir fórmulas fallidas y buscar soluciones efectivas, ya que cada caso
registrado representa a un ser querido en riesgo.
COLUMNA ESCRITA POR CAMILO FORERO