Un sueño de rebeldía llamado Libertad

Hoy en día cundo en algún lugar de Colombia y Latinoamérica se habla de ritmos andinos, es inevitable no mencionar a Pitalito y más que a este municipio, al  grupo Libertad, conjunto que se ha convertido en toda una institución en el género, gracias a los sueños, la persistencia, la entrega y la voluntad del maestro Faiver Olave, que a punta trabajo cultural se ha ganado el respeto y el reconocimiento nacional e internacional, pero esto no siempre fue así.


Quien viaja a Pitalito Huila, ya sea por aire o por tierra, nota inmediatamente desde el primer golpe de vista, que este municipio tiene una identidad cultural innata, un museo de arte vial lo recibe en cuanto las montañas se abren para dar paso al gran valle de laboyos, centro de aceleradas dinámicas comerciales con una   ubicación geográfica, un clima y una calidez humana que lo han convertido en epicentro multicultural del sur colombiano, donde se han nacido y se han asentado grandes artistas, escritores y músicos  que le han dado a Pitalito un sello de exclusividad.


Uno de ellos, gracias a la constancia ha logrado marcar un hito en la historia musical de Pitalito, ha sido en maestro Faiver Olave, quien acaba de perder a su padre, el fundador de Alma Huilese, José Ignacio Olave, padre de toda una generación de grandes virtuosos y estudiosos del folclor.


Dentro de los 14 hijos que tuvo el maestro Olave, Faiver es uno de los menores quien desde sus seis años mostró un interés intensó por la música, lo que le ocasionó grandes problemas y un camino lleno de dificultades pero  también 30 años llenos de satisfacción musical y personal que tienen al grupo de música andina que hoy en día lidera como uno de los mejores en su género a nivel iberoaméricano; esta es la historia de un sueño llamado Libertad.


Los Orígenes


A pesar de su duelo, por la reciente pérdida de su señor padre, el maestro Olave me recibió en su casa junto a su familia, para contarme con la sencillez que lo caracteriza, como se ha hecho  este prestigio cultural que hoy en día es insignia de Pitalito.


La familia Olave Días, tiene orígenes caucanos, ya que la señora Teresita Díaz, madre del maestro, es oriunda de Itaive,  llegan a Pitalito en 1952, sin embargo, gracias a sus raíces, constantemente viajaban a este departamento, fue allí donde Faiver comenzó a escuchar la música de la kena, la sapowna y el charango, aunque inicialmente solo cantaba, pero lo cautivaron tanto los ritmos andinos que  con una vieja grabadora periodística Silver que tenía su padre, el niño grabó las presentaciones de grupos autóctonos caucanos, las trajo a Pitalito e incluso fabricó su primera flauta dulce en un tubo de PVC, tan solo con el oído sacaba las notas y se aprendía las canciones.


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No obstante, el maestro Olave padre, quien era un compositor y amante de la música colombiana, instruía condicionaba a sus hijo para aprender este tipo de ritmos por lo que no compartía que Faiver estuviera interesado en la música andina, así lo recuerda el maestro,  “a la edad de nueve años yo ya sabía tocar la flauta dulce y le pedí a mis hermanos mayores que formáramos un grupo, Héctor, Cecilia y Vicente, prácticamente los obligaba a ensayar, pero ellos me siguieron la idea, mi papá me decía que no tocara guitarra porque los dedos no me alcanzaban, pero yo insistía y miraba las clases que él les dictaba a otras personas y cogía los instrumentos cuando los desocupaban, cuando el se dio cuenta yo ya tocaba guitarra y tiple, otros amigos también quisieron aprender y les enseñé, luego en mi casa descubrieron que yo fabricaba sampognas en PVC, se percataron de que la cuestión era en serio”, indicó Faiver jocosamente.


Sueños de Libertad


Faiver narra sin ningún rencor, que su padre le retiró todo el apoyo por su inclinación hacia la música andina y no hacia la tradicional colombiana, no obstante el maestro Olave hijo con tan solo once años de edad,  fundó junto con sus hermanos el primer grupo de música andina del que se tenga conocimiento en Pitalito, este se llamó Inca Libre.


Finalmente este grupo fue acogido por Alma Huilense, el reconocido conjunto dirigido por el maestro José Ignacio, gracias a esta vinculación, el joven grupo pudo presentarse en un programa de televisión en Bogotá llamado Noches de Colombia, donde se midieron con conjuntos de Cauca y Nariño, donde Faiver despertó la admiración de los grupos autóctonos, quienes le obsequiaron dos kenas, ya que la flauta que usaba den PVC, lo estaba enfermando por los componentes químicos en los que está fabricada, incluso estuvo al borde de una operación que lo podía dejar sin voz.


Ya conociendo el zongo, material que sólo se da en los páramos, el maestro comienza a fabricar sus propios instrumentos, inician las presentaciones en colegios y cuanto evento haba en Pitalito, se hacían invitar, eso sí, no les pagaban nada, los hermanos crecieron, se casaron y se fueron, Faiver, decidió independizarse de Alma Huilense, él tenía anhelos de tener un grupo independiente y no controlado por su  padre, de ahí, en un tono de rebeldía,  nace el grupo Libertad en el año 1984,  lo que nuevamente generó molestias en su padre; pero en esta ocasión ya no se le permitió ni siquiera ensayar en la casa paterna, tampoco le prestaron mas los instrumentos.


“A pesar de que a mis 16 años, mi padre decide no apoyarme más con la música andina, es él mismo quien me regala el primer charango, yo no era tiplista, era vientista, pero tomo este instrumento, lo estudio solo, yo tenía nociones pero fue solo porque en Pitalito nadie tocaba, yo era tan insistente, que me levantaba a las 6 de la mañana a darle y hasta las 10 que me mandaban a acostar, incluso a veces mis hermanos me los escondían para que yo no me madrugara a tocar y los dejara dormir, pero mi papá luego me decía donde estaban, esa me la hacían a mi, porque yo todo lo que hacía era música”, recuerda el maestro.


Libertad inicia con integrantes, para el año 1987, el maestro Olave, padre les permite gravar cuatro temas en una producción de Alma Huilense, lo que le dejó una espinita a Faiver porque no tenía la Libertad, plena que deseaba para su música.


“Yo siempre tenía la inquietud, de que era por encima la música de él y lo mío no, consigo con el doctor Pino, para gravar un cassette, se suponía que era solo Libertad, composiciones todas mías, pero cuando sale la producción me doy cuenta que por el lado B habían metido toda la música de la familia de él, para mí eso fue un dolor grande porque yo quería grabar era lo mío, eso se llamo Artístas Laboyanos, para la segunda producción que se llama Sendero, yo me armo de valor y voy a la casa y digo Papá, necesito que me preste las escrituras de la casa paterna, y me dice para que, le digo, es que voy a grabar un cassette, pero a pesar de todos los problemas que tuvimos, el sabia que cuando yo me proponía un  proyecto lo cumplía”.


Para este trabajo, a faiver ninguna entidad bancaria le prestó dinero en Pitalito, se fueron a Timaná, donde le prestaron un millón y medio de pesos sobre la escritura de la casa de sus padres, con este dinero les alcanzaba para la grabación, pero no para los gastos, por lo que se van a Garzón, donde un sacerdote les ayuda a hacer un evento para recoger fondos, evento al que entraron tres personas.


“En ese momento yo les dije a los muchachos, bueno nos vamos a grabar o nos vamos para Pitalito, o aquí acaban nuestros sueños o aquí inician, el padre Sierra se da cuenta de nuestra situación y nos da 50 mil pesos, que en ese tiempo era plata, con ese dinero llegamos a Bogotá, no teníamos para los gastos, gracias a mis hermanos conseguimos toques en colegios y finalmente logramos grabar mil copias, con eso llegamos a Pitalito y cada uno cogió mochila al hombro llena de cassetes y vendimos como venderé pan” recuerda el maestro.


Con ese dinero se pudo devolver la escritura de la casa a su padre y comprar nuevos  instrumentos. Estos fueron los duros inicios del grupo Libertad, de esa época acá, se han grabado 7 producciones,  el nombre de Faiver Olave, ha estado en festivales de Música Andina, de los 30 años que tiene el grupo con decenas de generaciones que han pasado con más de ocho escuelas de formación en instituciones públicas y privadas, de las cuales han salido maestros de la música como Dore Muños, Carolina Palacios, Jorge Mario Vinasco, Oscar Molina entre otros.


Hoy  en día, en el mundo hablar de Pitalito, es hablar del grupo Libertad, no hay evento cultural en la región sur del país, donde este grupo no sea convocado, a la gente le gusta escucharlos, más que sus admiradores, son sus amigos, Libertad es toda una institución del música andina con identidad y sello propio.


 
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