Guía práctica para no dejarse 'tumbar' en Colombia

Durante el 2014, la Dirección Antisecuestro y Antiextorsión de la Policía recibió 4.848 denuncias de extorsión. De estas, el 8,3 por ciento correspondieron a llamadas de extorsión carcelaria, modalidad que preocupa por su ascendente número de casos.


El coronel Fabio López –director de la Dirección Antisecuestro y Antiextorsión (Gaula)–, hace claridad en que muchas de estas llamadas extorsivas son, más bien, estafas, pues señala que los delincuentes engañan a las víctimas, utilizando el temor como principal herramienta para que les giren dinero.


Desde la cárcel lo pueden engañar


Según el coronel López, el 'modus operandi' de estos delincuentes es obtener los números telefónicos de las residencias, establecimientos de comercio y fincas, entre otros, que figuren en las páginas de directorios telefónicos e incluso en las propias tarjetas de publicidad del negocio para acceder a las víctimas.


Estos delincuentes tienen contactos fuera de las cárceles que les ayudan a buscar potenciales víctimas. Teniendo estos datos, embaucan a las personas haciéndose pasar por comandantes de frentes guerrilleros o bandas criminales, como ‘los Urabeños’ o ‘los Rastrojos’.


El Gaula y el Inpec, durante operativos en 21 cárceles, incautó 767 celulares, 501 baterías para celular y 772 tarjetas sim, elementos utilizados para la extorsión carcelaria. Archivo EL TIEMPO


Otra forma en la que averiguan información es a través de redes sociales, donde las personas escriben datos personales, publican adquisiciones o visibilizan propiedades. Por esta razón, las autoridades recomiendan abstenerse de publicar información personal.


Los supuestos cabecillas también exigen material de guerra y medicamentos de difícil acceso para que a las personas les sea imposible conseguir los elementos y terminen girando el dinero.


Aprovechando la zozobra en sus víctimas piden que el dinero les sea girado el mismo día e insisten hasta que lo consiguen. Si le sucede esta situación la puede frenar con: “Desde qué cárcel me está llamando”, dice el Gaula.


​No se deje convencer por la llamada millonaria


A través de un mensaje de texto estafan a las personas haciéndoles creer que ganaron un premio, pero la condición es que debe consignar cierta suma para acceder a él.


Por lo general, el mensaje de texto señala a empresas de telefonía celular, entidades bancarias y medios de comunicación.


En cuanto a la llamada, los estafadores les sacan más datos a las víctimas pidiendo nombres de familiares y sus números celulares. Además, les dan un plazo mínimo para realizar el pago exigido y así “poder obtener el premio”. No muerda el anzuelo.


Que no lo sorprenda el “Hola, Tío”


Un delincuente se hace pasar como familiar de la víctima, manifestando estar capturado por la Policía ante alguna irregularidad cometida y aludiendo necesitar dinero para no ser judicializado.


El supuesto ‘sobrino’ le ruega al tío que lo ayude, mientras el policía ‘Diego Pérez’, por ejemplo, explica el delito que el joven realizó. De inmediato pide una colaboración millonaria para dejarlo libre.


El Gaula recomienda llamar a los familiares antes de consignar y caer en la trampa, pues han identificado que por el temor las personas giran el dinero y después verifican que su pariente esté bien, descubriendo que fueron engañados.


Pilas con un falso “trasteo”


El delincuente, a través de una llamada o un mensaje de texto, se inventa una situación ficticia en la que le dice a un familiar que cuando viajaba desde Ecuador hacia Pasto fue detenido en un retén.


De manera 'absurda' dice que el señor que le transportaba el trasteo no observó cuando fue detenido. “Lo que más me afana es que el señor del camión que lleva el trasteo no vio cuando me detuvieron y él no sabe a dónde ni a quién entregarle el trasteo. Llámelo, él se llama Víctor, el teléfono es…”, dice el mensaje.


Como este mensaje, los estafadores envían 50 a diario, entre dos y cinco personas caen en la trampa. Cortesía: Policía Nacional


Además, señala que en el trasteo hay cierta cantidad de dinero, en muchas de las ocasiones dólares. La víctima llama al conductor y este, de manera hábil, les pide dinero para viáticos y así poder llevar el supuesto trasteo a donde le indiquen.


Ese envío del dinero lo hacen a través de giros. Como el supuesto conductor tiene otra nacionalidad no puede reclamar el giro, razón por la que este le pasa a un falso operador de la empresa de giros, quien le explica la situación a la víctima para terminarlo de embaucar.


Según el Coronel López, se estima que a diario estos mensajes de textos son enviados a cerca de 50 personas, de las cuales entre dos y cinco caen en la trampa.


Denuncie estas modalidades de estafa en la Gaula de la Policía, a través de la línea 165, o en el Centro Cibérnetico Policial.


El Tiempo

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