Siniestro panorama tras asesinato del revisor fiscal de Cafesalud

Luis Alfredo Caicedo, contador de profesión, revisor fiscal de Cafesalud, asesor de otras importantes compañías y socio del exfiscal general de la nación Alfonso Valdivieso, fue encontrado muerto en su apartamento de La Macarena, céntrico barrio de Bogotá.
Según versiones de prensa, el cuerpo de Caicedo fue encontrado con varias heridas de cuchillo. La empleada del servicio halló el cadáver en las primeras horas de la mañana de este martes.
Las autoridades revisan los videos de seguridad del edificio donde vivía el contador Caicedo para establecer qué ocurrió entre la noche del lunes y la madrugada del martes.
La muerte de Caicedo está rodeada de elementos contradictorios y siniestros. Los vecinos aseguran que en el apartamento del profesional se escuchó un forcejeo entre dos hombres en la noche del martes. Según El Espectador el cuerpo de Caicedo fue encontrado con las manos atadas en el jacuzzi del apartamento. Otras versiones de prensa aseguran que en los espejos del lugar había mensajes pintados con lápiz labial. Otras fuentes aseguran que Caicedo fue atacado por otro hombre quien entró al apartamento donde el contador fue asesinado.
Los pergaminos del revisor fiscal eran reconocidos y respetados. Era contador público de la Universidad Santo Tomás y era especialista en servicios de salud. Hace 20 años se vinculó con la firma Baker Tilly, donde era socio director para Colombia y desarrollaba negocios para Latinoamérica. En esa compañía tenía una sociedad con el exfiscal Valdivieso.
En Cafesalud el desempeño de Caicedo era importante. Se encargaba de revisar las cuentas y hacer las auditorías de los contratos.
La relevancia de Caicedo hizo que el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, se pronunciara sobre el crimen. “No quiero especular, simplemente quiero decir que claro que hay preocupación y la comparto y me parece grave, gravísimo, casi aterrador y terrible que este caso tenga que ver con los problemas que estamos teniendo en Cafesalud”.
Según una denuncia de Caracol Radio, Cafesalud, que recibió los clientes de la liquidada Saludcoop, incurrió en una serie de gastos innecesarios que pusieron a la entidad en graves aprietos financieros.
En el ojo del huracán quedó el interventor Gillermo Grosso, que según la cadena radial, suscribió contratos por bienes que no requería la entidad. Ejemplo de esos gastos excesivos son carros blindados para los ejecutivos de la empresa y sus familiares, remodelaciones innecesarias pero sí millonarias y compra de artículos a costas demasiado altos.
Según Caracol los entes de control investigan si por sillas masajeadoras “se pagaron valores entre los 6 y los 10 millones de pesos”, si por un tapete de dimensiones 2 x 2 se pagaron unos 8 millones de pesos y una serie de equipos de seguridad que nunca funcionaron.

Tomado de Kien y Ke.com
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