Tres mecanismos para
que el Gobierno Nacional compense a los huilenses afectados por las improvisaciones, errores y desaciertos en
la construcción y puesta en funcionamiento de la represa El Quimbo, propuso el
senador Rodrigo Villaba Mosquera.
Durante el debate de
control político al Ministerio de Ambiente y el ANLA, el senador Huilense
describió una a una las inconsistencias registradas en desarrollo de la
construcción y puesta en marcha del proyecto hidroeléctrico, así como los daños
causados al departamento, en especial a los habitantes de la zona de influencia
del enorme espejo de agua.
Para el senador Huilense es el Gobierno Nacional el que debe compensar a los Huilenses y para
esto propuso tres puntos básicos:
1. Volver doble propósito a El Quimbo, con el
objetivo de que, aparte de generar energía, se pueda utilizar para riego de los
agricultores de la zona.
2. Implementar la tarifa diferencial en el
servicio de energía para el departamento del Huila, ya que sus habitantes pagan
una de las tarifas más altas en todo el país, a pesar de ser productores de
energía.
3. Que se permita la construcción de un nuevo
clúster piscícola en El Quimbo, así como funciona en Betania.
El Senador liberal
agregó que la construcción y puesta en funcionamiento de la hidroeléctrica de
El Quimbo generó afectación ambiental, económica, piscícola, agrícola y hasta
política en el departamento del Huila.
“No hay nada más
importante para nosotros que estar en defensa de los intereses de los
huilenses, afectados por El Quimbo y estar atentos para que una obra de
desarrollo no afecte a nadie; las obras de desarrollo tienen que estar
compaginadas armónicamente con el medio ambiente y con los intereses económicos
de la región”, indicó Villalba.
En el debate, el
Senador Libera aseguró que los Huilenses no aceptarán la construcción de una
represa más en el departamento debido a que, los incumplimientos presentados en
El Quimbo, dejaron una huella imborrable de perjuicio y afectación en sus
memorias.
Finalmente, Villalba,
reiteró que la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, violó toda la
reglamentación existente al cambiar 24 veces la licencia de construcción de la
hidroeléctrica y cada vez para beneficiar a la multinacional encargada de la
construcción; además reiteró que las respuestas de su director, fueron
insatisfactorias y en contravía de los intereses de los afectados en la región.