Este médico,
nacido en Pitalito, Huila, llegó hace 12 años a la ciudad, con la experiencia
de haber estudiado en una de las mejores universidades de Canadá y con el único
objetivo de salvar vidas a través de la implantación de un corazón artificial.
Hace tres
años, la historia de vida y esperanza de la profesora Cielo González Díaz,
literalmente, partió en dos la medicina cardiovascular en Colombia y en el
continente latinoamericano. Esta ex docente se convertiría en la primera
habitante de esta parte del mundo en ser implantada con un corazón artificial
externo, que realiza el 100 % de las funciones cardiacas.
Dos infartos
y una trombosis, además de un agotamiento físico extremo que la llevaba casi al
ahogamiento, trajeron desesperanza a esta mujer menuda, nacida en Albania,
Santander, y la hicieron pensar cientos de veces que su corazón se iba a
detener en cualquier momento.
Sin embargo,
cuando Cielo pensaba que las últimas páginas del libro de su existencia estaban
escritas, apareció en su vida el médico Leonardo Salazar Rojas, director del
Programa de ECMO y Corazón Artificial de la Fundación Cardiovascular de
Colombia, FCV, quien junto a su equipo interdisciplinario le planteó a la
‘Profe’ González y a su familia una alternativa que parecía sacada de un cuento
de ciencia ficción: implantarle un corazón artificial, conocido como
Dispositivo de Asistencia Ventricular Izquierda o Heartmate II.
Un corazón
sin ‘límites’
Años atrás,
cuando la profesora Cielo González Díaz pasaba sus días impartiendo educación
básica a los niños de los diferentes corregimientos de la Provincia de Vélez,
labor que cumplió durante 35 años, el pequeño Leonardo comenzaba su impecable
vida académica en su natal Pitalito, en el departamento del Huila.
Desde muy
chico, Leonardo supo que su vida giraría en torno al servicio comunitario, por
eso estudió medicina con el firme propósito de salvar vidas, cumpliendo a
cabalidad con el ‘Juramento Hipocrático’ que recitó cuando obtuvo el diploma
que lo acreditaba como Médico Cirujano de la Universidad Nacional.
Durante todo
su proceso de formación académica, Leonardo fue un estudiante inquieto,
dispuesto a sacrificar sus descansos a cambio de pasar más tiempo entre libros
de medicina y proyectos de investigación, preparándose para ser uno de los
mejores cardiólogos del país y de Suramérica.
Y para
llegar a semejante distinción, Director del Programa de ECMO y Corazón
Artificial de la FCV, se convirtió en Anestesiólogo de la Universidad del
Rosario y se especializó como Anestesiólogo Cardiovascular de la Fundación
Cardioinfantil.
“A raíz de
los temas de órganos artificiales, que tanto me apasionan, estudié una Maestría
en Ciencias Biomédicas, en la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad
de los Andes; eso me ayudó a integrar la comprensión de tecnología con el
cuidado médico”, cuenta este destacado galeno, quien con una beca pudo
prepararse en el programa Corazón Artificial de la prestigiosa Universidad de
Alberta, en Canadá.
Con un
exigente entrenamiento y siempre a la vanguardia de los avances tecnológicos en
el área de los implantes, el doctor Salazar Rojas ha perfeccionado esta técnica
con extraordinarios resultados, al punto que la FCV recibe pacientes de todos
los rincones del continente.
“En 2007
comenzamos a implementar una tecnología que podía reemplazar durante algunos
días las funciones del corazón y el pulmón, llamado ECMO. Pero nos dimos cuenta
que algunos pacientes morían esperando un trasplante, porque era una dispositivo
de corta duración”, afirma este versado especialista.
A través de
la experiencia y el entrenamiento adquirido con ECMO, en 2010 la FCV comenzó a
desarrollar el programa de implantación de corazones externos, dispositivos que
quedan por fueran del cuerpo y están conectados a este músculo a través de
tuberías, reemplazando sus funciones. Y es así que el 7 de abril de 2014, la
profesora Cielo González se convirtió satisfactoriamente en la primera paciente
del continente suramericano en ser implantada con un corazón artificial.
“Esta
tecnología permite ofrecerles independencia, autonomía, salud y, sobre todo,
calidad de vida, a personas que estaban condenadas a morir esperando un
trasplante cardiaco”, afirma el doctor Leonardo Salazar, su ‘ángel’ en la tierra.
Gracias al
talento y a la dedicación del doctor Leonardo Salazar y su equipo médico de la
FCV, Yasiris Yohana Canchano, Jorge Orozco, Andrés David Hernández, Sandra
Lache y Luz Emilia Reyes, además de Cielo González, tienen una segunda
oportunidad de vida, gracias a ‘latidos’ de una nueva esperanza.
Tomado de Vanguardia.com