Arévalo, otro campeón mundial, surgido de la pobreza


Ante la pregunta por el padre de Eider, nuevo campeón mundial 20 kilómetros marcha, doña Yenny Ofir Truque (48 años) me dice incómoda: -A ese señor no lo he visto ni sé de sus pasos hace 16 años.

A una muy pequeña finca, en la vereda Paquies, entre Pitalito y Timaná, regresó ella con sus dos hijos (Eíder y Nandy, 27 años) para recuperarse de su revés sentimental y criar a sus hijos.



La niña terminó siendo modista (graduada en el Sena) y el niño se aficionó muy temprano por el atletismo, cuando la vida lo presionaba a ser obrero de construcción para ayudar a su pequeña familia. La férrea disciplina lo llevó a su consagración. Al fin y al cabo (dice ella) “la constancia vence lo que la dicha no alcanza”.

Eíder paga una habitación en arriendo, que comparte con una prima. Recibe apenas para sobrevivir y difícilmente puede ayudar a su mamá y a su hermana. Pero se aman y se apoyan “aunque sea moralmente”, admite la señora Truque, un apellido muy de la región, como el de Tico Edward Chilito, el primer entrenador del nuevo campeón.

Jenny Ofir responde al diálogo con fluidez pero sin alardes:

-Por aquí en la vereda nadie piensa que tengo un hijo campeón y yo no hago alharaca al respecto. Seguimos la vida llenos de alegría por el triunfo de Eíder pero nada nos cambia, distinto a la felicidad que no me deja dormir. ¿Qué si me felicitan y se emocionan? No, parece que no se han dado cuenta.

Recuerda cuando el niño le pedía permiso a sus 9 años “dizque para entrenar”. Y después el asunto se le volvió obsesión. Era un amor infinito por el atletismo, en medio de tantas penurias personales que todavía carga con humildad y alegría.

No ha sido fácil llegar a la cúspide de Londres. Su entrenador Chilito lo guió hasta cuando salió del Huila hacia Bogotá, donde se encontró providencialmente con Fernando Rozo, que lo condujo magistralmente a sus primeros triunfos. Rozo sufrió una parálisis cerebral y murió con apenas 44 años. El profesor Enrique Peña asumió la dirección técnica de la joven promesa hasta lograr los éxitos que hoy nos emocionan, con mensaje presidencial incluido: “¡Qué orgullo por nuestros deportistas! Felicitaciones a Éider Arévalo por ganar el oro en 20km de marcha”, escribió el presidente Santos en twitter.

En Pitalito hay fiesta patria. El senador huilense Hernán Andrade pide una inmediata condecoración del Congreso para Arévalo. Los políticos se disputan firmar algún homenaje.


Entre tanto, la madre y la hermana de Eider, siguen en la vereda y en su casa campesina su rutina: -Nada nos ha cambiado, nada nos cambia, aquí seguimos en el estrato uno, dice con su dejo opita, con resignación pero sin asomos de resentimiento.

Quizá ellas no han visto las primeras páginas y comentarios de la prensa mundial, o son inmunes a tanto aspaviento: “El colombiano Éider Arévalo conquistó hoy la medalla de oro de 20 kilómetros marcha en los Mundiales de atletismo de Londres (informó as). El marchador de 24 años se impuso en el circuito de la famosa avenida The Mall, en pleno centro de la capital británica, con un tiempo de 1:18:53 horas, seguido por el ruso Serguei Shirobokov, que cruzó la meta un segundo después.



Éider Fue campeón del mundo junior de 10 kilómetros en 2012 y además cuenta con dos oros en la Copa del mundo de marcha. Arévalo corrió durante toda la prueba en el grupo de cabeza, respondió bien a los ataques de sus rivales y a falta de 500 metros se despegó del ruso Shirobokov, que rozó el título mundial con apenas 18 años”.

Tomado de KienYKe
Por: Edgar Artunduaga

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