La muerte de Yogui, como se llamaba el can de tres años, ha
desatado una dura controversia en Florencia.
El dueño de la mascota, Libardo Acosta, asegura que el
animal fue sacrificado a sangre fría por un joven de 21 años.
La familia del agresor asegura que el perrito ingresaba
constantemente a una finca donde causaba daños.
“Se comía lo que encontraba por ahí en la cocina. Se comía
los huevos de las gallinas que se echaban para sacar pollos”, declaró Miguel
Ángel Carvajal.
La Policía Nacional rechazó tajantemente los hechos y
anunció que el responsable será capturado y juicializado. Además, lo acusarán
por tenencia ilegal de armas de fuego.
Giovanni Hincapié, animalista, pidió que se aplique la ley
frente al caso. La normatividad contempla una condena de 12 a 36 meses de
prisión en este tipo de casos.