Por: Melquisedec Torres
Parece que aún algunos de nuestros gobernantes regionales se
dejan descrestar con espejitos, o quieren descrestarnos a nosotros con
supuestos reconocimientos y premios dizque internacionales obtenidos no se sabe
cómo. Por ahí anda el alcalde de Pitalito, Miguel Antonio Rico Rincón, con una
estatuilla de la cultura Maya anunciándonos que se ganó un Premio Internacional
Maya por allá en México. Francamente es la primera vez que oigo mencionar el
tal Premio Maya así que me di a la tarea de indagar acerca de esta cosa.
Oh sorpresa. Como me temía, considerando que los méritos del
mandatario laboyano no creo que lleguen a tanto por su gris y anodina gestión,
el tal Premio Maya y otro que se llama Premio Pablo de Tarso, que también tiene
como negocio el Instituto mexicano que los promueve, han sido seriamente
cuestionados desde el mismo México. Y fácilmente se pueden encontrar en
diversos medios las denuncias por la estafa de estos galardones chimbos. En
Chile, Perú, Costa Rica y en Colombia las denuncias indican que se deben pagar
3 mil dólares, unos 9 millones de pesos colombianos, para tener derecho a ir a
recibirlo.
Varios de los funcionarios
que iban a ser “premiados”, denunciaron que no recibirían nada luego de que les
informaran que debían consignar los 3 mil dolaretes. Así pasó con una alcaldesa
en Chile y unos congresistas de Costa Rica país donde la jefa del Partido
Acción Ciudadana (PAC), Carmen Muñoz, denunció que fue nominada a ese premio
internacional como “mejor diputada”, pero que temía que se tratara de una
estafa, y un medio mexicano calificó el galardón como “un verdadero fraude”.
Además, la Universidad de Salamanca de España debió aclararle a
su comunidad que nada tenía que ver con esos premios pues se estaba usando su
prestigioso nombre como supuesto socio y patrocinador.
La entidad que entrega estos premios de lata se llama Instituto
Mejores Gobernantes, una especie de centro de formación para líderes políticos
desocupados. Así que, en esencia, es un negocio montado por unos cuantos
profesores y una diseñadora de modas que se llama Gala Limón, quien es la misma
que ha diseñado la estatuilla que con tanto orgullo anda cargando el Alcalde de
Pitalito.
Recuerdo hace varios años que una procesadora de arroz del norte
del Huila, un molino de cuyo nombre no me acuerdo y creo que ya desapareció, se
vanagloriaba de hacer recibido un supuesto premio internacional de calidad en
España. Incluso puso en letras gigantes, sobre la carretera cerca de Neiva, el
aviso de que tenían ese premio. Luego se supo que ese tipo de homenajes y
calificaciones eran comprados, es decir se trataba del negocio de unos avivatos
españoles que andaban por Latinoamérica cazando incautos a cambio de unos
dólares. La empresa que caía en sus redes lo que hacía era pagar la
suscripción, comprar pasajes y pagar hotel en Madrid y a cambio le daban una
estatuilla o un pergamino para que lo exhibiera en Colombia. Suena lógico que
en esa época se dejaran engañar los empresarios y luego engañaran al público
con el premio de una calidad que ningún organismo serio había calificado ni
evaluado.
El tal Premio Maya del Alcalde de Pitalito es exactamente lo
mismo. Hay que pagar para que se lo otorguen. Debería contarnos el señor
alcalde Miguel Rico cuánto fue lo que debió pagar, si fueron los 3 mil dólares
o 9 millones de pesos que han denunciado en otros países, si lo hizo de su
bolsillo o con cargo al presupuesto municipal, además de cuánto costaron sus
pasajes a Ciudad de México y si estos fueron pagados por él o por los
contribuyentes laboyanos. Supone uno que eso debe reposar en el Concejo
Municipal cuando el señor Alcalde informó de su viaje y le fue autorizado.
Para que no haya ninguna duda de que este premio de lata
mexicano es pagado, entren a la página Web del Instituto que lo entrega. Y en
las bases de sus premios dice, textualmente: “Resultar ganador del Premio, es
un proceso libre de todo gasto e inversión. En su caso, el donativo “obedece
única y exclusivamente” a los costos administrativos de los Seminarios de
Capacitación y Formación”. El “donativo”, es decir disfrazan el pago como
especie de donación.
¿O será que el premio Maya no es por la cultura precolombina de
Guatemala y México sino por la abejita Maya, la de los dibujitos animados de
hace tres décadas?
Si el señor Alcalde quería conocer México, está en todo su
derecho de tomar vacaciones y disfrutar de unos días con su familia, con su
plata y con su tiempo. No con la plata de los contribuyentes ni con el tiempo a
que está obligado como Alcalde, ni menos trate de engañarnos con reconocimientos
que solo los ciudadanos de Pitalito deberán darle, o negarle, cuando termine su
gobierno.
*Algunas denuncias sobre este “premio” aquí: http://www.soychile.cl/…/Alcaldesa-de-Antofagasta-recibio-u…