En Pajarito (Boyacá)
se decretó toque de queda para los menores de 17 años ante lo que el alcalde
considera supuestos ataques de "espíritus malignos" invocados por
WhatsApp, que provocaron convulsiones e intentos de suicidio en más de una
docena de jóvenes.
Desde finales de la
semana pasada las autoridades registraron comportamientos extraños, amenazas de
tirarse de puentes, laceraciones, desmayos y cambios de voces de unos 14
menores que usan el popular sistema de mensajería.
El alcalde de la
localidad de Pajarito (Boyacá), Inocencio Pérez, prohibió el tránsito y
movilización de niños y adolescentes entre las siete de la noche y las cinco de
la mañana ante este "tema tan aberrante".
"Tomé esa
decisión con base en los casos de alerta roja que se estaban presentando",
explicó a la agencia AFP. "Unos niños dijeron que se iban a suicidar,
hablaban incoherencias que 'porque ya les había llegado la hora', se iban a
tirar de un puente".
Pérez aseguró que con
esta determinación busca que los padres de familia "se apoderen" de
sus hijos y eviten más actos como los ocurridos en los últimos días en este
pueblo católico de unos 2.000 habitantes, dedicado a la ganadería y la
caficultura.
Además, sostuvo que el
toque de queda fue una decisión consultada con la policía, asistentes jurídicos
de la alcaldía y psicólogos, tras contrastar las versiones de los jóvenes
supuestamente poseídos.
"Hay padres que
me han agradecido, pero hay unos niños que están de mal genio", aseguró.
La restricción se
mantendrá vigente hasta que se controle la situación, apuntó el mandatario. En
caso de que un menor sea encontrado fuera de su casa, sus
padres podrían ser multados.