Un trabajo
titánico desarrollan el párroco Oscar Javier Vargas Bonilla, las autoridades
locales, gremios y grupos sociales del municipio, el objetivo es convertir a
San Agustín en el pesebre recreado más grande del mundo y romper un récord
Guinnes.
Arduas jornadas de trabajo y el deseo de
avivar mucho más entre los habitantes y turistas el espíritu de la navidad por
medio de la recreación a escala real de la historia del nacimiento de
Jesucristo tiene por estos días a los habitantes de San Agustín concentrados en
un solo propósito, elaborar el pesebre más grande del mundo.
La idea surgió del párroco Oscar Javier Vargas
Bonilla quien en su propósito de hacer más atractiva la celebración navideña,
se propuso en apoyo de la comunidad transformar las casas, establecimientos
comerciales, edificaciones publicas y los lugares mas representativos del
municipio en las réplicas vivas de los espacios donde ocurrieron los primeros
años de la historia cristiana.
Tomado de La Voz de La Región