Decenas de miles de opositores venezolanos, convocados
por su líder Juan Guaidó, salieron este martes de nuevo a las calles para
exigir a la Fuerza Armada no bloquear la ayuda humanitaria estadounidense,
considerada por el presidente Nicolás Maduro la puerta a una intervención
militar.
Ondeando banderas nacionales, coreando
"¡Libertad!" y "¡Guaidó!", los opositores, muchos de ellos
estudiantes, protestaban en todo el país. En Caracas, se reunían en el este en
torno a una tarima desde donde dará un discurso el jefe parlamentario de 35
años, reconocido por unos 50 países como mandatario interino.
"Pedimos a las autoridades militares que permitan
el paso de la ayuda, inclusive deberían protegerla para que llegue donde más
hace falta", declaró Juan Pérez, de 68 años.
Otra muchedumbre de seguidores del gobierno expresaba
rechazo a una "intervención imperialista" en el centro capitalino,
donde era esperado Maduro.
El forcejeo por el poder entre Guaidó y Maduro se
centra esta semana en la ayuda humanitaria. Alimentos y medicinas están desde
hace cinco días almacenadas en un centro de acopio en el lado colombiano de la
frontera con Venezuela.
Dos enormes contenedores de carga y una cisterna
bloquean el puente Tienditas, que comunica Cúcuta (Colombia) y Ureña
(Venezuela). Mujeres vestidas de blanco, médicos y activistas sociales prevén
acercarse al sitio, donde fue reforzada la presencia militar.
La crispación ocurre en plena debacle económica, con
escasez de medicinas y alimentos impagables para la mayoría por la
hiperinflación. Unos 2,3 millones de venezolanos (7% de la población) huyeron
del país por la crisis desde 2015, según la ONU.
Marchas opositoras, en el Día de la Juventud,
recuerdan también a unos 40 muertos que dejaron disturbios y protestas contra
Maduro en enero, muchos de ellos jóvenes.
Emergencia humanitaria
Buscando quebrar a la Fuerza Armada, sostén del
gobierno, Guaidó ofreció amnistía a los militares que desconozcan a Maduro y
les advirtió que impedir el paso de alimentos y medicinas es un "crimen de
lesa humanidad".
Pero la cúpula se hizo eco del calificativo de
"show político" que dio Maduro a la ayuda humanitaria. Esta semana,
los militares realizan ejercicios ante una eventual acción armada no descartada
por el presidente Donald Trump.
"Los militares son los que lo tienen a Maduro
atornillado en el poder. Los llamo a reflexionar, a que se pongan del lado del
pueblo sufrido que pasa hambre", dijo María Ballera, de 75 años, abrazando
la imagen de una Virgen, en la concentración en Caracas.
Maduro niega que haya "emergencia
humanitaria" y culpa de la falta de medicinas y comida a una "guerra
económica" de la derecha y a duras sanciones estadounidenses.
"Venezuela no es un país de hambruna",
manifestó el presidente socialista en una entrevista con la BBC de Londres.
Asimismo, descartó que haya un choque entre las tropas
y los voluntarios -unos 120.000 según Guaidó- que se inscribieron para ayudar
en el ingreso de la asistencia. "No habrá represión de esas
características", dijo Maduro.
Un segundo centro de acopio se instalará en Brasil en
el estado fronterizo de Roraima (norte), y un tercero en una isla caribeña por
definir.
En tanto, el jueves se celebrará una conferencia sobre
ayuda humanitaria, solicitada por Guaidó, en la sede de la Organización de
Estados Americanos (OEA).
Lucha geopolítica
Mientras Maduro tiene el apoyo de Rusia, Turquía,
Irán, China, Bolivia y Nicaragua, Guaidó cuenta con el decisivo impulso de
Estados Unidos y el respaldo de América Latina y la Unión Europea (UE).
Estados Unidos propuso un proyecto de resolución ante
el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que Venezuela facilite la ayuda
humanitaria.
Pero el canciller ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que
Rusia "nunca apoyará tal decisión" por ser "una excusa para la
intervención militar directa". El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, la
calificó de "instrumento de agresión".
Washington, con el que Caracas rompió relaciones por
apoyar a Guaidó, busca asfixiar al gobierno y desde el 28 de abril embargará la
vital exportación de crudo venezolano al mercado estadounidense.
Maduro afirmó a BBC que su país tiene depositadas en
Inglaterra 80 toneladas de oro y confió en que no le sean confiscadas.
"Venezuela está en el ojo del huracán geopolítico
del mundo", dijo el lunes, al señalar que Trump y sus aliados buscan
controlar la mayor reserva petrolera del mundo.
En Nueva York, el secretario general de la ONU,
Antonio Guterres, ofreció al canciller venezolano Jorge Arreaza ayudar en una
negociación.
Pero Guaidó dice que no dialogará ni siquiera mediando
el Vaticano, pues asegura que Maduro manipuló las negociaciones en el pasado
para perpetuarse en el poder.
El Grupo de Contacto Internacional (GCI), de países
europeos y latinoamericanos, aboga también por una salida pacífica a través de
elecciones presidenciales, lo que Maduro rechaza. Aunque no reconoció a Guaidó
como presidente interino, Italia se dijo este martes a favor de comicios
"lo más pronto posible".
Guaidó se autojuramentó como mandatario interino luego
de que el Congreso declarara "usurpador" a Maduro por considerar, al
igual que una parte de la comunidad internacional, que fue reelegido
fraudulentamente.