Emily
Javier, de Camas (Washington, EE. UU.), atacó a Alex Lovell después de que él
se durmiera y luego, cuando creyó que estaba muerto, llamó a la policía.
La mujer compró la espada de samurái en un centro comercial con el único
objetivo de atacar al hombre, con quien llevaba 2 años de relación. Ella le
escondió el celular a Alex durante el intento de homicidio para que él no pudiera pedir ayuda.
De acuerdo con los reportes policiales, recogidos por ese periódico
local, Emily intentó asesinar a
Alex porque descubrió que supuestamente él la estaba engañando. Ella
manifestó que decidió no confrontarlo porque en el pasado él ya le había
mentido.
El mismo medio indicó que el hombre terminó con cortes en 4 dedos y por poco pierde la parte superior de cada uno
de ellos, pero por fortuna los médicos lograron unirlas.
Alex también sufrió “pequeñas laceraciones en el torso”, un corte en el
lado izquierdo de la cabeza y otro en la rodilla. Debido a la gravedad de este
último, los doctores le pusieron
una placa de metal para reparar el hueso que quedó afectado, agregó The
Columbian.
Emily ahora se enfrenta a
una condena de hasta 20 años de cárcel tras declararse culpable de
intento de homicidio en primer grado por violencia doméstica, señaló el diario.
Ella será sentenciada el próximo 11 de marzo en una corte del condado de Clark.
Poco después del ataque, el medio entrevistó a Alex y este aseguró que
no había sido infiel. Según él, la relación con Emily había sido complicada
desde el principio, sobre todo
porque ella era muy celosa.