Según medios locales, el exmandatario peruano estaría
en el hospital Casimiro Ulloa recibiendo atención de emergencia. Aunque la
información no ha sido confirmada, la hipótesis es que García se habría
lesionado con un arma de fuego cuando las autoridades llegaron para detenerlo.
Cinco expresidentes de Perú enfrentan causas judiciales.
Cuatro están salpicados por el escándalo de las dádivas de Odebrecht a
políticos y Alberto Fujimori está preso por violaciones de los derechos humanos
y corrupción. Este martes, la orden de detención contra Alan García generó una
ola de confusión de la que poco a poco empiezan a conocerse más detalles.
Según medios locales, el exmandatario estaría en el
hospital Casimiro Ulloa, en el barrio Miraflores, recibiendo atención de emergencia.
Aunque la información no ha sido confirmada, la hipótesis es que García se
habría lesionado intencionalmente con un arma de fuego cuando las autoridades
llegaron para detenerlo.
En medio de los gritos y sollozos, García, que fue
presidente entre 1985 y 1990 y posteriormente en 2006, ingresó al hospital
cubierto por una manta roja mientras la policía lo resguardaba de la gente. Su
hijo llegó a los pocos minutos y no quiso hablar con la prensa. Al parecer le
habían dado la noticia unas horas antes de que sería detenido durante diez
días, hasta que las autoridades pudieran concluir qué rol tuvo en el escándalo
de corrupción.
Si bien los medios de comunicación peruanos insisten
en que el mandatario se disparó en la cabeza, lo que sería un intento de
suicidio, la prensa internacional cree que se disparó en un pie para evitar ir
a la cárcel. Los médicos que lo está atendiendo no han dado más detalles. Hasta
ahora se sabe que el influyente político está en cirugía.
La decisión judicial de su detención habría sido
autorizada por solicitud del fiscal del equipo especial Lava Jato, que
investiga al exmandatario por los presuntos delitos de lavado de activos,
tráfico de influencias y colusión en el marco del Caso Odebrecht.
Odebrecht admitió ante la justicia estadounidense que
pagó 29 millones de dólares en sobornos durante tres gobiernos peruanos,
incluido el segundo de García. En diciembre pasado, la constructora firmó un
acuerdo de cooperación por el cual accedió a pagar una multa al Estado peruano
y a entregar testimonios que pueden comprometer todavía más a los cuatro
expresidentes y a otros políticos y funcionarios peruanos.
Desde 2018, Alan García tenía prohibido salir de Perú.
Esa situación lo "tenía desesperado", según fuentes cercanas. El
expresidente no dudó en trinar varias veces acerca de su situación y calificar
de "cacería de brujas" los señalamientos en su contra. "Soy el
hombre más perseguido de Perú", dijo un par de días atrás.
Tomado de Semana