Una intoxicación masiva por
suministro de raciones escolares contaminadas le generó una nueva condena a la
administración municipal de Neiva.
Por este mismo hecho, se tramitan
actualmente numerosas demandas por los perjuicios morales ocasionados a los
alumnos que consumieron alimentos de mala calidad. Esta es la primera demanda
La historia ocurrió el 8 de
septiembre de 2010 en la institución educativa Promoción Social (sede
Contraloría). La entidad encargada del suministro de las raciones escolares
contaminadas fue la cuestionada Cooperativa Multiactiva Surcolombiana de
Inversiones (antes Alfaba).
El contrato 385 de 2010 fue
adjudicado por el alcalde Héctor Aníbal Ramírez para suministro de 19.
550 desayunos diarios en las instituciones educativas públicas por valor de
1.746 millones de pesos.
La entidad particular de propiedad
del llamado ‘zar de la alimentación escolar’, era la encargada de la
preparación y suministro de las raciones escolares.
El desayuno: una porción de pollo
desmechado, chocolate en leche, y una porción de sandía. Los productos estaban
contaminados por mala conservación, según un análisis microbiológico realizado
por expertos de la Secretaría de Salud.
La intoxicación
Dos horas después de haber consumido
el alimento, los estudiantes comenzaron a registrar los síntomas de
intoxicación (dolor de estómago, vómito, diarrea y malestar general).
En un primer momento 50 alumnos
fueron remitidos a los centros asistenciales. Después el número de afectados
aumentó y la sintomatología era la misma. El balance reportó 127 alumnos
afectados. Los docentes facilitaron la evacuación de los alumnos a los centros
asistenciales. Ese día se suspendió la jornada escolar por la emergencia.
El secretario de Educación de la
época, Enrique Vargas Leiva anunció una investigación, cuyos resultados jamás
se conocieron.
“Los pacientes presentaron una
complicación gastrointestinal, pero ninguno revista gravedad, todos están fuera
de peligro”, reportó el médico John Edward Vásquez, del Centro de Salud Las
Granjas.
Después de haber sido atendidos todos
fueron dados de alta. El caso terminó sin complicaciones y los estudiantes
retornaron al día siguiente a la institución donde continuaron con sus labores
académicas, reportó el rector de la institución Álvaro Camacho Torres.
Lo confirmado
Las raciones escolares habían sido
suministradas por la Cooperativa Multiactiva Surcolombiana de Alimentos,
representada en ésa época por Luisa Fernanda Flórez Rincón, actualmente
detenida por anomalías detectadas en Santander, donde la entidad prestaba el
mismo servicio. La empresa nunca aclaró el origen de la contaminación ni
respondió por los perjuicios causados.
La Secretaría de Salud de Neiva
determinó que los alimentos estaban contaminados, especialmente la zanahoria y
el pollo desmechado. El análisis microbiológico detectó en las raciones
escolares la presencia de bacterias (escherichia coli y estafilococo dorado)
que produjeron la intoxicación alimentaria.
La demanda
Los padres de familia, indignados por
este hecho anunciaron que demandarían a las entidades responsables del
suministro de la alimentación escolar. Entre ellos estaba Lidia Ipia
Tumbo, madre de tres menores afectados.
Sin embargo, la demanda fue rechazada
en febrero de 2014 por el Juzgado Primero Administrativo de Neiva.
La demandante consideró que la
administración municipal incumplió la obligación de proteger el bienestar de
los menores, además no ejerció los controles a la Cooperativa Multiactiva
Surcolombiana de Inversiones, responsable del suministro de las raciones
alimenticias. La demanda no tuvo eco en la primera instancia.
“Si bien es cierto que por causa de
la ingesta de alimentos los menores registraron dolencias estomacales, también
lo es que ese mismo día fueron dados de alta y retornaron a sus actividades
personales y académicas”, argumentó el juez Primero Administrativo de Neiva.
En su sentir, las dolencias padecidas
son de común ocurrencia y al no haberse acreditado que les causaron graves
secuelas, no hubo perjuicios y por lo tanto, responsabilidad de la entidad
territorial.
El fallo final
Revocada
Sin embargo, otra cosa pensó el
Tribunal Administrativo, al determinar la responsabilidad de la administración
municipal (por falla en el servicio). Estimó que el suministro de alimentos en
mal estado por parte de la Cooperativa Surcolombiana de Inversiones y la falta
de controles causaron la intoxicación.
“No existe duda que las afectaciones a la salud e integridad de los menores se erigen en un daño antijurídico que los menores no tenían el deber jurídico de soportar”, concluyó el magistrado Ramiro Aponte al revocar el fallo de primera instancia.
“De suerte- dijo- los perjuicios
irrogados deben ser debidamente indemnizados por el ente territorial, en su
condición de garante del servicio público de alimentación escolar.
La condena
En consecuencia condenó a la
administración municipal a cancelarles a la demandante y a sus tres hijos cerca
de diez millones de pesos por los perjuicios morales.
En cambio, la Cooperativa
Surcolombiana de Inversiones, encargada del suministro de alimentación escolar,
responsable directa de la intoxicación ocasionada por productos contaminados,
salió airosa.
Ni siquiera fue llamada a responder
por los perjuicios ocasionados y por la mala calidad de los productos
ofrecidos.
Ese año, según el expediente, se
registraron varios eventos similares en otras instituciones educativas y en
otros municipios. No pasó nada.