Dicen que es una tradición y que no la van a
suprimir. En Carpio de Tajo, en Toledo, el espectáculo central de las fiestas
sigue siendo descabezar a 21 gansos que antes han matado. Hombres a caballo les
arrancan el cuello en honor al santo, delante de menores. Se han presentado
135.000 firmas para acabar con esta fiesta.
Cada 25 de julio, la localidad toledana de
Carpio de Tajo celebra su tradicional 'Carrera de gansos'. Una festividad en la
que los participantes, montados a caballo, deben conseguir arrancar la cabeza a
gansos colgados boca abajo en el centro del pueblo.
Animados por una multitud de personas, cuando
los participantes logran desmembrar al animal, se reúnen con sus familiares
para celebrarlo, portando la cabeza del animal en la mano como premio.
En 2016, más de 80.000 personas pidieron sin
éxito a través de la plataforma Change.org la supresión de este espectáculo,
que según sus defensores se "remonta al siglo XVI".
En este acontecimiento, que se originó como
entrenamiento militar, se utilizaban gansos vivos hasta hace apenas 30 años. En
la actualidad, los animales son previamente sacrificados.
Pese a ello, los colectivos animalistas siguen
denunciando maltrato animal y sobre todo, que la festividad puede herir la
sensibilidad de los niños que acuden a verlo.