A Nusrat le prendieron fuego en Bangladesh después de acusar al director
de su escuela de acosarla sexualmente, pero logró grabar su testimonio antes de
morir. El caso pone de manifiesto la vulnerabilidad de las víctimas en este
conservador país asiático.
En abril Nusrat Jahan Rafi murió días
después de que le prendieran fuego. Seis meses después, este 24 de
octubre, 16 personas fueron condenadas a muerte por este crimen.
Entre los condenados figura el director de la escuela
religiosa donde estudiaba la adolescente y contra quien presentó la denuncia
por acoso sexual, así como varios profesores y estudiantes del centro.
Esta es su historia tal como la contamos en el momento
de su muerte.
A Nusrat Jahan Rafi la rociaron con queroseno y le prendieron fuego en
su escuela en Bangladesh el 6 de abril. Poco menos de dos
semanas antes, había presentado una denuncia de acoso sexual contra el director
de su centro educativo.
Su valentía al hablar sobre la agresión sexual, su muerte cinco días
después de ser quemada y todo lo que pasó entre una cosa y otra causó
conmoción en Bangladesh. El caso ha puesto atención sobre la vulnerabilidad de
las víctimas de acoso sexual en el conservador país asiático.
Muchas niñas y mujeres en
Bangladesh optan por mantener sus experiencias de acoso o abuso sexual en
secreto por miedo a ser rechazadas por la sociedad o sus familias. Lo que hizo
diferente el caso de Nusrat Jahan fue que no solo habló de ello, sino que fue a
la policía apoyada por su familia el mismo día que ocurrió el supuesto abuso.
El acoso
Nusrat Jahan Rafi, de 19 años, era natural de Feni, una pequeña
localidad 160 km al sur de la capital del país, Daca. Creció en una familia
conservadora y asistía a una escuela religiosa, una madrassa. Para
una joven en su posición, denunciar un caso de acoso sexual puede tener graves
consecuencias. Las víctimas se enfrentan a menudo al enjuiciamiento de sus
comunidades, al acoso en persona y en internet y, en algunos casos, a ataques
violentos. Nusrat experimentó todo esto.
"Queremos justicia para Nusrat", demandan estas mujeres que
salieron a la calle a protestar por lo sucedido con la joven de Bangladesh.
El pasado 27 de marzo, según contó la joven, el director de la escuela
la llamó a su oficina y la tocó repetidas veces de forma inapropiada. Antes de
que las cosas se pusieran peor, salió corriendo del lugar.
La joven presentó una denuncia en la comisaría local de policía. Se
le debería haber ofrecido un entorno seguro, pero en lugar de eso, Nusrat fue
grabada por un agente de policía con su teléfono según describía la dura
experiencia. En el video, se ve a Nusrat visiblemente angustiada, intentando
esconder la cara con las manos. Se oye al policía decir que la denuncia
"no es gran cosa" y ordenándole que retire las manos de la cara.
El video fue posteriormente filtrado a medios locales. Tras interponer
la denuncia, la policía arrestó al director. Las cosas empeoraron para Nusrat.
Un grupo de personas se congregó en las calles para pedir la puesta en libertad
del hombre. La protesta fue organizada por dos estudiantes masculinos y, al
parecer, algunos políticos locales asistieron a la marcha. La gente comenzó a
culpar a Nusrat. Su familia cuenta que empezaron a preocuparse por su
seguridad.
"Intenté acompañarla a la escuela"
Pese a todo esto, el 6 de abril, 11 días después del incidente, Nusrat
fue a la escuela para hacer sus exámenes finales. "Intenté llevar a mi
hermana a la escuela e intenté entrar en las instalaciones, pero me pararon y
no me permitieron entrar", cuenta el hermano de Nusrat, Mahmudul Hasan
Noman.
El hermano de Nusrat Jahan (en el centro de la imagen) mostró su
sufrimiento durante el funeral de la joven. FOTO: GETTY/BBC.
"Si no me hubieran detenido, a mi hermana no le habría pasado algo
así", añade. Según la declaración hecha por la propia Nusrat, una
estudiante la llevó al tejado de la escuela con el pretexto de que a uno de sus
amigos le estaban dando una paliza.
Cuando Nusrat llegó al tejado, cuatro o cinco personas, con burkas, la
rodearon y supuestamente la presionaron para que retirara la denuncia contra el
director. Cuando ella se negó a hacerlo,le prendieron . El jefe del
departamento local de policía, Banaj Kumar Majumder, dijo que los asesinos
querían que pareciera "un suicidio".
Testimonio antes de morir
Su plan falló cuando Nusrat fue rescatada después de que ellos huyeran
del lugar. Fue capaz de dar su testimonio antes de morir.
"Uno de los asesinos estaba sujetándole la cabeza boca abajo con
sus manos, por lo que el queroseno no cayó ahí y por eso la cabeza no se
quemó", le dijo Majumder al servicio bengalí de la BBC. Pero en el hospital
local los médicos encontraron quemaduras que le cubrían el 80% de su cuerpo.
Incapaces de tratar quemaduras tan graves, Nusrat fue trasladada al hospital
universitario de Daca.
Una gran multitud se congregó para despedir a Nusrat en el funeral en su
localidad natal. FOTO: SHAHADAT HOSSAIN.
En la ambulancia, temerosa de no poder sobrevivir, grabó una declaración
en el teléfono móvil de su hermano.
"El profesor me tocó. Combatiré este crimen hasta mi último
aliento", se le oye decir. También identificó a algunos de sus atacantes
como estudiantes de la madrassa. Las noticias sobre el estado
de Nusrat dominaron los medios de Bangladesh.
El pasado 10 de abril, la joven murió. Miles de personas acudieron a su
funeral en Feni. Desde entonces, la policía ha arrestado a 15 personas, siete
de ellas supuestamente involucradas en el crimen. Entre los arrestados están
los dos estudiantes que organizaron la protesta de apoyo al director.
El director mismo permanece bajo custodia. El agente de policía que
grabó la denuncia de Nusrat ha sido retirado de su puesto y trasladado a otro
departamento. La primera ministra, Sheikh Hasina, conoció a la familia de
Nusrat en Daca y prometió que todas las personas involucradas en el
crimen serán llevadas ante la justicia.
La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, se reunió con la
familia de Nusrat y le prometió que sus asesinos serán condenados. FOTO:
GETTY/BBC.
"Ninguno de los culpables escapará de la ley", dijo.
Un cambio de mentalidad
La muerte de Nusrat desató protestas, y miles de personas han usado las
redes sociales para expresar su ira, tanto por este caso como por el trato que
se les da a las víctimas de agresiones sexuales en Bangladesh. "Después de estos
incidentes, muchas chicas no protestan por miedo", escribió Anowar Sheikh
en una página de la BBC en Facebook.
"Toda mi vida quise una hija, pero ahora tengo miedo. Dar a luz a
una niña en este país significa una vida de temor y preocupación", se
lamentó en la red social Lopa Hossain. Según el grupo de derechos de las
mujeres Bangladesh Mahila Parishad, en 2018 hubo 940 violaciones en
el país asiático. Pero los investigadores dicen que el número real es
probablemente mucho más alto.