Una huelga indefinida podría paralizar la reforma de las pensiones en Francia





Los principales sindicatos, transportistas y partidos de la oposición secundan una huelga indefinida el próximo jueves que pretende evitar la eliminación de los regímenes especiales de jubilación
Francia podría quedar paralizada por la huelga indefinida que comenzará mañana. Se trata de un paro en respuesta a la reforma integral de las pensiones que el Ejecutivo de Emmanuel Macron tiene previsto aprobar antes de finalizar su legislatura.

El sistema actual cuenta con 42 regímenes especiales, cada uno con su propia regulación, edad de retiro y ayudas sociales. Así, hay sectores especiales con jubilaciones anticipadas y cada uno posee sus propias cuotas y beneficios.

El gobierno francés pretende unificar todos esos regímenes en uno solo para evitar agravios comparativos y realizar un sistema de contribuciones que garantice el futuro de esas pensiones.

Se espera que las movilizaciones sean las más grandes desde 1995, que ya paralizaron una reforma de pensiones que pretendía realizar el presidente Jacques Chirac.
El sector privado y público están llamados a esta "huelga masiva" convocada por los principales sindicatos y secundada por Fuerza Obrera (FO), la Confederación General del Trabajo (CGT), la Federación Sindical Unitaria (FSU), Solidarios y los dos sindicatos estudiantiles, UNL y UNEF. También la apoyan el Partido Socialista francés, el Partido Comunista, Francia Insumisa, los ecologistas e, incluso, la extrema derecha de Le Pen. Además, cuenta con el apoyo de los ‘chalecos amarillos’.

Pese a ello, no se ha adherido la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (Cfdt), uno de los sindicatos más importantes del país.

Parón del transporte
El colectivo que promete llevar a cabo un mayor seguimiento es de los trabajadores del transporte, pues sus regímenes especiales se pueden ver especialmente afectados.

Además de la compañía nacional de ferrocarriles (SNCF), están llamados a la huelga los empleados de la red de transporte público de la región parisina (RATP), los maestros, funcionarios municipales, departamentales y regionales, empleados del sector energético y de refinerías, personal de tierra de Air France y otros sectores.

Se espera que tenga también efectos en los transportes públicos fuera de París, en los controladores aéreos, taxis y servicios de ambulancias. Los policías también protestarán, así como el personal sanitario, que está en huelga desde hace meses.

Gran seguimiento con poca afiliación
Pese al imponente seguimiento que se espera que paralice el país, llama la atención que solo el 8% de los trabajadores privados y el 20% de los públicos están afiliados a algún sindicato. En España, según los últimos datos ofrecidos por la OCDE en 2015, se encuentran afiliados un 13,7%. Ambos países ese encuentran muy por debajo de la media de la OCDE, que se sitúa en el 33,2%.

Para el abogado de derecho laboral Pere Vidal, esta situación posee explicaciones relacionados con el momento social, que también viene a rebufo de las protestas de los "chalecos amarillos".


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