Avisó
que no quería compartir celda con ellos en una cárcel de Estados Unidos.
Declaró: “Pensé que simplemente les haría un favor a todos”, y si lo vuelven a
colocar con pedófilo “volvería a hacerlo”.
Jonathan
Watson (41 años) fue condenado en 2009 a cadena perpetua por asesinato en
Estados Unidos. Con la llegada del año 2020 y gracias a su buena conducta fue
trasladado a un centro penitenciario de nivel 2. Es decir, con más libertades
en el cuál se encontraba, que era nivel 3, con gente de máxima peligrosidad. De
estar solo en una celda ahora pasaría a compartir una con otros presos.
Arribó
a la cárcel estatal de Corcoran, en California, Estados Unidos. Al llegar se
enteró que compartiría celdas con dos pedófilos: David Bobb (48 años) y Graham
De Luis-Conti (62 años), que cumplían cadena perpetua por agresión sexual
agravada a niños de menos de 14 años. Y Watson se enojó.
Al
regresar a su celda, Watson observó que Bobb estaba viendo programas de
televisión para niños, como hacía todo el día. Y le dijo: "¿Realmente va a
ver esto delante de todos nosotros?". Tomó un bastón y lo mató a golpes.
Tras
haber cometido el crimen, se dirigió a un agente para entregarse, pero por el
camino se encontró con su segunda víctima, De Luis-Conti, un traficante de
menores. Con el mismo palo con el que había asesinado a su compañero, Watson
mató al hombre.
El
hombre confesó sus crímenes enviando una carta al periódico estadounidense The
Mercury News: "No podía dormir sin haber hecho lo que todos los instintos
me decían que debía hacer en ese momento", expresó Watson.
El
autor de los asesinatos aseguró que entendía a las familias que habían sufrido
las acciones de estos criminales: "Estoy en una posición única donde tengo
acceso a este tipo de personas y muy poco que perder. Estos individuos son la
peor pesadilla de cualquier padre".
El
asesino asegura que se declarará culpable de ambos asesinatos si lo juzgan, e
insinuó que podría cometer nuevos crímenes similares si es alojado con
abusadores de menores en el futuro.
Y
cerró la carta enviada al diario con esta expresión: "Estas familias pasan
años planeando de manera cuidadosa y articulada cómo darles a sus hijos todas
las oportunidades que nunca tuvieron, y aparece un monstruo que cambia la
trayectoria de ese niño para siempre".