Un
equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, de Estados
Unidos en cabeza del director del Centro de Medicina e Ingeniería Regenerativa,
Chandan Sen, logró el importante hallazgo.
Sen
explica en el mismo artículo que con el término ‘electrocéutico’ hacen
referencia a la posibilidad de tratar afecciones con electricidad.
“Es
una matriz de baterías de microceldas incrustadas que crea un campo eléctrico y
genera de forma inalámbrica un bajo nivel de electricidad en presencia de
humedad”, detalla el experto.
De
acuerdo con el mismo comunicado, al entrar en contacto con dicha tela, la
estructura del COVID-19 se destruye, debido a que se interrumpen las fuerzas
electrostáticas que necesita el virus para adherirse a los órganos humanos.
El
equipo de la Universidad de Indiana no está improvisando, pues lleva estudiando
los tejidos electrocéuticos durante los últimos 6 años.
“El
COVID-19 es altamente infeccioso, especialmente para los trabajadores del
sector sanitario que están constantemente expuestos a personas que tienen este
virus; y aunque usan tapabocas, algunos de estos virus se adhieren al exterior
de esas mascarillas y cuando se las quitan, sin darse cuenta, terminan
propagando la infección. Así que nuestro desafío aquí es, una vez que este
virus entra en contacto con el tejido de la mascarilla, que ya no pueda
infectar nunca más”, agregó Chandan Sen.
Lo
que buscan ahora estos investigadores es recibir la aprobación por parte del
programa ‘Autorización de Uso de Emergencia’ de la Agencia de Medicamentos y
Alimentación de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para emplear el
tejido específicamente para tapabocas y así ayudar a acabar la propagación del
COVID-19, finaliza el comunicado de la universidad estadounidense.
Fuente:
Pulzo.