Los
hechos se presentaron en un hospital de San Petersburgo, Rusia. Tres de
las personas muertas estaban conectadas a los ventiladores que habían llegado
apenas hace 13 días.
Una
verdadera tragedia se presentó en un hospital de San Petersburgo, Rusia,
luego de que la explosión de un respirador artificial causara que cinco
pacientes con covid-19 murieran calcinados, tal y como lo informó Alexander
Beglov, gobernador de la ciudad.
El
incendio comenzó en la unidad de cuidados intensivos del Hospital San Jorge, en
donde se están atendiendo únicamente a personas contagiadas por el coronavirus.
El fuego se extendió con rapidez por el sexto piso del hospital y las
autoridades tomaron cerca de cuatro horas para apagarlo. Por lo menos, cuatro
de las víctimas mortales se encontraban en la misma habitación.
“Empezaron
a evacuar rápidamente a los pacientes a otras plantas (...). Lograron cortar la
electricidad y el oxígeno del departamento lo que permitió evitar consecuencias
más graves”, indicó el gobernador Beglov ante los medios de comunicación rusos.
De
acuerdo con las autoridades, el accidente se produjo tras un cortocircuito en
los respiradores Aventa-M, los cuales fueron fabricados en Rusia desde inicios
del mes de abril para atender la emergencia sanitaria por la covid-19 en los
principales centros de salud del país.
Valeri
Strejeletski, director del Hospital San Jorge, confirmó en una rueda de prensa
que tres de los pacientes muertos estaban conectados a los respiradores
artificiales que habían llegado apenas hace 13 días. Cabe resaltar que el
pasado sábado otra persona murió en Moscú por causa de un incendio en un
hospital.
Decenas
de los respiradores Aventa-M también fueron enviados a Estados Unidos en abril
para ayudar al país en su lucha contra la pandemia. Sin embargo, no fueron
usados y serán regresados a Rusia, en donde el uso de estas máquinas fue
suspendido.
Rusia
se convirtió en el segundo país del mundo más afectado por la pandemia del
coronavirus, por detrás de Estados Unidos, con 242.271 casos. La tasa de
mortalidad sigue siendo relativamente pequeña con respecto a los contagios y
hasta el momento 2.116 personas fallecieron, según las cifras oficiales.