Francisco
José de la Hoz Rodríguez, oriundo de España, pasó de dictar clases de
‘introducción al Derecho’ a recorrer las calles de Santa Marta y dormir en
ellas. La comunidad estudiantil pide ayuda para él.
La
hoja de vida de Francisco José de la Hoz Rodríguez en el portal Función Pública
confirma que fue docente entre 2010 y 2016, que tiene un P.H.D. en Derecho, que
es licenciado en Derecho, Ciencias Políticas y sociología. Dicen varios alumnos
de la Universidad del Magdalena y varias personas de Santa Marta que era
profesor de cátedra de esa institución de educación superior pero que desde
hace algunos meses anda en situación de calle.
En
el año 2016, Francisco José de la Hoz Rodríguez llegó a Colombia por primera
vez proveniente de Madrid, España con las mejores expectativas y preparación
para dictar clase en la universidad de la ciudad de Manizales.
Problemas
en el aula de clases
Una
exalumna contó que, por momentos, el extranjero se mostraba ansioso y debía en
repetidas ocasiones interrumpir sus clases para salir a fumarse un cigarrillo.
También,
las explicaciones en las asignaturas que dictaba se tornaban difíciles de
entender por el ritmo acelerado que tomaba y las salidas de contexto por lapsus
que sufría.
El
español, de 44 años recién cumplidos en el mes de marzo, a pesar de tener dos
meses deambulando sin rumbo, conserva un alto grado de lucidez y amabilidad. No
obstante, por efectos propios de la enfermedad psiquiátrica que padece, en
instantes se pierde en la conversación y se sale de la realidad.
Francisco
de la Hoz cuenta que en 2016 se vio obligado a dejar de trabajar en Manizales y
regresar a su país por una enfermedad a la que prefiere no hacer referencia.
Luego
de sentirse recuperado, retomó su labor como docente en Colombia, esta vez en
Santa Marta, a donde llegó con el dinero justo para instalarse en un hostal en
el Centro y comenzar sus clases en las asignaturas de Introducción al Derecho y
Técnicas de Investigación Socio jurídicas.
Solo
por tres meses estuvo vinculado en la Universidad del Magdalena. En febrero de
2018 le notificaron que no sería tenido en cuenta y desde entonces inició una
lucha para sobrevivir en Santa Marta porque se negaba a volver con un nuevo
fracaso a su país de origen.
"Toqué
las puertas de otras universidades privadas, pero no tuve suerte. Así que con
los ahorros a punto de acabarse, no encontré otra alternativa que dedicarme a
vender dulces, cigarrillos y cualquier otra cosa en el Mercado para poder comer
y pagar una habitación", relata.
Durante
un año, el profesor Francisco de la Hoz se ganó la vida como vendedor informal.
A partir de la llegada del covid-19, todo se le complicó; no pudo seguir
trabajando por las restricciones y quedó en la calle.
El
extranjero era muy activo en la red social Facebook, allí siempre publicaba la
música que le gusta escuchar y subía estados que denotaban el problema
psiquiátrico que padece. Lo que llama la atención es que los comentarios que
registran son de amistades y exalumnos, pero ninguno de familiares o de pareja
sentimental.
De
hecho, cuando Francisco habla de su familia, solo se refiere a su madre, de
quien dice perdió contacto desde hace algún tiempo y desconoce su paradero.
El
docente permanecía en la calle de un lado a otro y pasaba las noches en sitios
cercanos a universidades a las que llegaba a tempranas horas del día para pedir
limosna. En varias ocasiones fue necesario que la Policía lo retirara porque
por su apariencia generaba temor entre los estudiantes que desconocían su
procedencia.
Rescatado
de la calle
Este
lunes por la noche, un agente del CTI de la Fiscalía lo encontró debajo de un
árbol en medio de la lluvia que caía desde la tarde en la ciudad. Al
identificarlo decidió auxiliarlo y lo condujo a su casa para darle
alimentación, asearlo y darle un corte de cabello y barba.
Pero
su ayuda más grande fue gestionarle al docente extranjero un refugio temporal
con la Alcaldía.
Francisco de la Hoz fue llevado a un albergue en el
Centro Histórico, donde le garantizarán sus comidas, servicios públicos y su
bienestar. Igualmente recibirá tratamiento psicológico y con Migración se
buscará contactar familiares o allegados para lograr que vuelva a su
país.Francisco aceptó este apoyo y manifestó sentirse feliz y más tranquilo
"porque ya no pasaré más calor, frío y hambre".
El
docente español, que evidentemente padece de un trastorno psicológico, dice que
se siente bien de salud y agradece la ayuda que le han dado en estos últimos
días exalumnos y la comunidad.
Insiste
en que lo único que desea es una oportunidad para trabajar ya sea en Colombia o
en España.
Fuente:
El Tiempo / Semana