El hecho,
revelado este lunes por Ariel Ávila en la revista Semana, se presentó en
septiembre del año pasado. La víctima sería una menor de la comunidad nukak
makú.
Ávila,
subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, aseguró que la joven de 15
años fue violada durante varios días por un grupo de militares del Batallón de
Infantería Joaquín París, ubicado en San José del Guaviare.
El
politólogo, igualmente, indicó en el semanario que los uniformados mantuvieron
secuestrada a la pequeña, sin darle comida en un campamento, hasta que esta
logró escapar y fue auxiliada por algunas personas de la zona.
De acuerdo
con Ávila, existen siete informes de diferentes instituciones en los que se
puede demostrar el secuestro y la violación de la indígena. “Por las
condiciones de lo que relató la menor, podría ser considerado un caso de
esclavitud sexual”, agregó.
El
columnista, por último, enfatizó en Semana que el Ejército tuvo conocimiento
del hecho y que en los próximos días destapará otros cuatro casos de abuso
sexual por parte de algunos miembros de las fuerzas armadas en esa misma
región.
Luego de que
Ávila revelara esta denuncia, el Comando de la Vigésima Segunda Brigada de
Selva confirmó en un comunicado la existencia del suceso y manifestó que apenas
se conocieron los hechos el Batallón de Infantería Joaquín París comenzó las
indagaciones disciplinarias.
A pesar de
que lamentó y rechazó el abuso, el Ejército no entregó mayores detalles sobre
el caso y aseguró que la investigación penal está siendo adelantada por la
Fiscalía 02 Local de San José del Guaviare.
Este caso se
da a conocer en medio del escándalo por la violación de una niña indígena de 12
años, del pueblo embera-chamí, perpetrado hace una semana por siete militares
del Batallón de Artillería San Mateo en el caserío de Santa Cecilia, Risaralda.